ALFA

ALFA

(a) Primera letra del alfabeto griego, y que también significa el número 1.

(b) Título o carácter de Dios y de Cristo, que señala a Su eternidad como «el principio», «el primero», el «yo soy» (Ap. 1:8; 21:6; 22:13). «Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin», o «el primero y el último»; es similar a un pasaje de Isaías, «Yo Jehová, el primero, y yo el mismo con los postreros» (Is. 41:4), y «Yo soy el primero, y yo soy el postrero» (Is. 46:6).

posted under | 0 Comments

ALELUYA

ALELUYA

Esta palabra aparece en la versión de los Setenta como transcripción griega del hebreo «halal» en los Salmos, traducida «alabad al Señor». Es una adscripción de alabanza a Dios. En el libro de Apocalipsis se oye este clamor en el cielo (Ap. 19:1, 3, 4, 6), en la jubilosa alabanza por la introducción del Reino de Dios.

posted under | 0 Comments

ALEJANDRO

ALEJANDRO

= «ayudador del hombre».

(a) Alejandro Magno, rey de Grecia; no es mencionado por su nombre en las Escrituras, aunque sí en el apócrifo Primer Libro de Macabeos (1 Mac. 1:1-9; 6:2). Sin embargo, sí es mencionado proféticamente, principalmente en el libro de Daniel, unos 200 años antes de que naciera; el Imperio Griego aparece en la estatua del sueño de Nabucodonosor (Dn. 2) como vientre y muslos de bronce, como sucesor del Imperio Medo-Persa (el pecho y brazos de plata); el tercer animal de la visión de Daniel (Dn. 7:6); el macho cabrío, en otra visión (Dn. 8:5); «un rey valiente» (Dn. 11:3). En Zac. 6:2, 3, donde se alude a los cuatro grandes imperios, el tercero, el reino de Grecia, es comparado a un carro con caballos blancos.

Alejandro Magno, hijo de Filipo II y de Olympias, nació en Pella en el año 356 a.C. Vino a ser rey de Macedonia cuando su padre fue asesinado en el año 336; sometió a los griegos en el 335; a los persas el 334; conquistó Tiro; conquistó Siria y Egipto el 331; conquistó Partia, Media, Bactria, e invadió la India, 330-324, y trató de llevar a cabo nuevas conquistas, pero murió en Babilonia en el año 323 a.C. Estas fechas muestran la velocidad aplastante de sus campañas, concordando con la imaginería que nos dan los pasajes citados en el párrafo anterior. Era de carácter sumamente cruel, como lo muestra su comportamiento en la conquista de Tiro; tras una larga y valiente resistencia, Alejandro, enfurecido, masacró a 8.000 habitantes, crucificando a 2.000 de ellos; del resto, los que no pudieron huir por mar, 30.000 fueron vendidos como esclavos. Vemos, tanto en su velocidad como en su ferocidad, al leopardo. Flavio Josefo da interesantes detalles acerca de su conquista de Palestina y su comportamiento en Jerusalén (Ant. 11:8).

(b) Hijo de Simón, el hombre de Cirene que fue obligado a llevar la cruz del Señor (Mr. 15:21).

(c) Uno de los principales entre los judíos cuando el arresto de Pedro y Juan (Hch. 4:6).

(d) Un judío de Éfeso que intentó dirigirse a la multitud en el teatro (Hch. 19:33).

(e) Uno de la iglesia que, habiendo naufragado en la fe, fue entregado por Pablo a Satanás, para que aprendiera a no blasfemar (1 Ti. 1:20).

(f) El calderero que causó daño a Pablo, del que Timoteo tenía que guardarse (2 Ti. 4:14). Pudiera tratarse del mismo que el anterior.

posted under | 0 Comments

ALEJANDRINO (CÓDICE)

ALEJANDRINO (CÓDICE)

Véase MANUSCRITOS DE LA BIBLIA.

posted under | 0 Comments

ALEJANDRÍA

ALEJANDRÍA

Ciudad construida por Alejandro Magno para que fuera la capital de su imperio occidental. Fundada en el año 332 a.C., fue acabada por los Ptolomeos, que aumentaron su riqueza y esplendor. Llegó a ser muy populosa y eminentemente comercial y cultural. Famosa era su biblioteca. Fue allí que se llevó a cabo la traducción de la Septuaginta (LXX), el Antiguo Testamento en griego. Se identifica con la moderna ciudad del mismo nombre, en la costa mediterránea de Egipto. Aparece en el NT como lugar de nacimiento de Apolos, compañero de Pablo (Hch. 18:24); y como puerto de matrícula de naves (Hch. 27:6; 28:11). La tradición afirma que fue Marcos el primero en introducir el cristianismo en Alejandría.

posted under | 0 Comments

ALEGRÍA

ALEGRÍA

Véase Gozo

posted under | 0 Comments

ALDEA

ALDEA

Término frecuentemente utilizado en el AT cuando se menciona una ciudad y «sus aldeas»; en muchas ocasiones no significa otra cosa que sus «suburbios», no en el sentido de poblaciones separadas. Las dos principales palabras utilizadas son «bath», «hija» (Nm. 21:25, 32, etc.); y «chatser», «aldea» (Jos. 18:24, 28, etc.). Las aldeas no estaban amuralladas, y eran la extensión rural de los centros urbanos amurallados, de los que dependían política y administrativamente.

posted under | 0 Comments

ALBERGUE

ALBERGUE

Véase MESÓN

posted under | 0 Comments

ALBAÑIL

ALBAÑIL

La palabra traducida «albañiles» en el AT (heb. «banah») se refiere a constructores que trabajaban en la erección de edificios, desde la tala de árboles y el trabajo de las estructuras de madera (1 R. 5:18) hasta el echar los cimientos (Esd. 3:10). Se menciona el uso de la plomada (Am. 7:7, 8). (Ver también CANTERO)

posted under | 0 Comments

ALAS

ALAS

La Biblia menciona con frecuencia las alas, especialmente en el libro de los Salmos, donde las citas tienen un bellísimo contenido poético (Sal. 17:8; 18:10; 55:6; 68:13). Las alas del águila son el símbolo de la fuerza (Is. 40:31), y se compara la protección que Jehová da a los suyos, con la que el águila da a sus polluelos para defenderlos de los peligros (Sal. 17:8; 36:7; 57:1). Los querubines del arca tenían alas (Éx. 8:6-7; 1 Cr. 28:18). Los serafines que vio Isaías (Is. 6:2) en su visión tenían seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían los pies y con las otras dos volaban. Estos seres misteriosos adoraban a Dios y clamaban en voz alta su gloria y majestad. Cuando Jesús lloró sobre Jerusalén a causa de la suerte que esperaba a sus habitantes en los acontecimientos futuros relativos a su destrucción, compara la protección que Él quiso darles, con el refugio que brinda la gallina a sus polluelos cuando están ante el peligro (Mt. 23:37; Lc. 13:34). En el Apocalipsis, la mujer que representa al pueblo de Dios recibe «dos alas de la gran águila» para que huya de la serpiente que encarna al Diablo (Ap. 12:14). Dios brinda a los suyos protección a la sombra de sus alas y les ofrece los medios para escapar del peligro mortal de las asechanzas del maligno; son algunos de los significados de las alas en la Biblia.

posted under | 0 Comments

ALAMOT

ALAMOT

Traducido en la LXX «epi alaimot», y «in nablis arcana cantabant» en la Vulgata (1 Cr. 15:20); «uper ton rufion», «pro arcanis» (Sal. 46, título). El significado de esta palabra es desconocido, y esta ignorancia queda confirmada por los esfuerzos fallidos de traducirla en las distintas versiones. Se supone que se deriva de «virgen», y pudiera por ello significar voces de sopranos.

posted under | 0 Comments

ÁLAMO

ÁLAMO

(heb. «libneh»).

Se trataba probablemente del álamo blanco (Populus alba) que empleó Jacob (Gn. 30:37). Era «verde» en el sentido de fresco, húmedo. El álamo ofrece una refrescante sombra de los rayos del sol, y era por ello uno de los árboles que escogían los israelitas para ofrecer incienso debajo de ellos (Os. 4:13). También los hay que opinan que «libneh» se refiere al «estoraque» (styrax officinale), que también se cría en Palestina.

posted under | 0 Comments

ALABASTRO

ALABASTRO

Un espato calcáreo de gran precio, hidrosulfato de calcio, podía presentar un color blanco cremoso, o incluso llegar a la transparencia. Los antiguos lo utilizaban para hacer vasijas para ungüentos costosos, y otros usos; en el museo de la universidad de Filadelfia se conserva una lámpara de alabastro procedente de Ur, datando de los tiempos de Abraham. En el palacio de Susa, del rey Artajerjes, formaba parte del enlosado (Est. 1:6).

En los evangelios se menciona únicamente de la unción de los pies de Jesús en dos casos, en casa de Simón el fariseo (Lc. 7:36-50), y poco antes de ser traicionado, en casa de Simón el leproso (Mt. 26:6-13; Mr. 14:3-9; cp. Jn. 12:1-8). Es probable que «quebrar» el vaso se refiera a la rotura del sello.

posted under | 0 Comments

ALABANZA

ALABANZA

Acción de glorificar a Dios, de ensalzarlo y bendecirlo especialmente con himnos y cánticos (2 Cr. 7:6; Sal. 28:7; 40:3; 95:1, 2; 149:1-3; 150), música y danza.

La alabanza es una de las manifestaciones a las que en la Biblia se invita con frecuencia, perteneciendo a este género de oración muchos de los Salmos. En realidad, en la Escritura se encuentran con frecuencia la alabanza y la acción de gracias en un mismo movimiento del alma, y en el plan literario en los mismos textos. Dios se revela digno de alabanza por todos sus beneficios con el hombre. La alabanza resulta con toda naturalidad como agradecimiento y como bendición por los beneficios recibidos, y los ejemplos son numerosos (Sal. 35:18; 69:31; 109:30; Esd. 3:11). La alabanza y la acción de gracias suscitan las mismas manifestaciones exteriores de gozo, sobre todo en las reuniones del culto y donde los creyentes rinden una y otra vez gloria a Dios (Is. 42:12; Sal. 22:24; 50:23; Lc. 17:15-18; Hch. 11:18; Fil. 1:11; Ef. 1:6, 12, 14). La alabanza tiende más a la persona de Dios que a sus dones; está muy cercana de la adoración, en la vía del éxtasis. En los himnos de alabanza se canta a Dios porque es Dios.

La alabanza cristiana tiene su movimiento esencial en la alabanza del Antiguo Testamento, pero se distingue porque es suscitada por el don de Cristo Jesús, que manifiesta su poder en la redención del género humano y en la salvación individual de cada hombre. Tal es el sentido de la alabanza de los ángeles y de los pastores en la noche de Navidad (Lc. 2:13-20), como la alabanza que recibe Cristo de la boca de las multitudes después de las curaciones milagrosas (Mr. 7:36; Lc. 18:43; 19:37; Hch. 3:9); éste es el sentido de la alabanza de los judíos del día de Ramos, antes de su Pasión (Mt. 21:16), y éste es también el del cántico del Apocalipsis (Ap. 15:3).

Algunos fragmentos de himnos primitivos, conservados en las cartas de San. Pablo, reproducen el eco de esta alabanza cristiana dirigida a Dios Padre, que ha revelado el misterio de la salvación en Cristo Jesús (1 Ti. 3:16) y que hará retornar a Cristo glorioso al final de los tiempos (1 Ti. 6:15). Sentimientos de oración que expresan gratitud por el misterio de Cristo (Fil. 2:5; Col. 1:5) y por el don de la salvación (2 Ti. 2:11) y expresando la verdadera fe cristiana (Ef. 5:14).

posted under | 0 Comments

AJO

AJO

Planta muy estimada en el Próximo Oriente y en la Antigüedad en general. El ajo es mencionado solamente una vez en la Biblia (Nm. 11:5).

posted under | 0 Comments

AJENJO

AJENJO

(heb. «Iaanah»; gr. «apsinthos»).

Aparece en las Escrituras sólo en sentido metafórico. Se compara el volverse a la idolatría con una raíz que da hiel y ajenjo (Dt. 29:18). Los había que convertían el juicio en ajenjo; esto alude probablemente a los jueces injustos (Am. 5:7). Debido a la maldad de Su pueblo, Dios iba a darles ajenjo como comida, y hiel como bebida (Jer. 9:15; 23:15). Jeremías, al lamentarse de la condición de Israel, la comparó a estar bebida con ajenjo. Al sonar la tercera trompeta del Apocalipsis, cayó del cielo una estrella llamada Ajenjo, convirtiendo en ajenjo la tercera parte de las aguas de la tierra, causando la muerte de muchos (Ap. 8:10, 11). Hay varias especies en Palestina: la «Artemisia absinthium» y la «A. chinensis» son el ajenjo comercial.

posted under | 0 Comments

AJELET-SAHAR

AJELET-SAHAR

Aparece en el encabezamiento del Sal. 22, y significa «la cierva de la aurora». Bien pudiera referirse proféticamente a la resurrección del Señor después de la cruz. El Targum explica esta expresión como significando «la oblación matinal del cordero». Si esto es correcto, la ofrenda del cordero se halla en acusado contraste con «los toros de Basán», rugiendo como leones, y con los perros que rodearon a la paciente víctima del salmo. La moderna crítica no ve otra cosa en estas palabras que el nombre de alguna música con la que se cantaba este salmo.

posted under | 0 Comments

AJALÓN

AJALÓN

= «lugar de los ciervos».

(a) Ciudad del antiguo Canaán en el camino de la costa mediterránea hacia la región montañosa, a unos 20 Km. de Jerusalén, mencionada ya en las cartas de Amarna. Fue repartida entre los miembros de la tribu de Dan (Jue. 1:34-35); más adelante fue asignada a los levitas de la familia de Coat (Jos. 21:2-24). Formó parte de los fuertes que rodeaban a Jerusalén para su defensa, y fue como tal ocupada por los filisteos (2 Cr. 11:10; 28:18).

(b) Es el nombre, también, de un lugar de la tribu de Zabulón en el que el juez Elión recibió sepultura (Jue. 12:12). Su localización es discutida entre los arqueólogos.

posted under | 0 Comments

AIRE

AIRE

El hebreo es una lengua muy concreta y poco abstracta; así, para designar lo que en lenguaje moderno se llama atmósfera, los judíos empleaban la expresión «bajo el cielo», indicando con ello lo que aparecía a sus ojos, o sea, el vacío que media entre la tierra y el firmamento. Esta región está poblada por las aves del cielo (Mr. 4:32; Dn. 4:9-18). También los griegos y romanos tenían esta misma opinión sobre el espacio que rodea la tierra, y además creían que en él vivían los espíritus malignos. San Pablo llama al Diablo «el príncipe de la potestad del aire» (Ef. 2:2). También será dominado por Jesucristo, al final de los tiempos cuando venga glorioso en poder y majestad (1 Ts. 4:17), y entonces los creyentes serán arrebatados por los aires y dominarán el espacio antes poblado por las fuerzas adversas. (Véanse VIENTO, ESPÍRITU)

posted under | 0 Comments

AINÓN

AINÓN

Véase ENÓN

posted under | 0 Comments

AIN

AIN

(a) Transcripción de la decimosexta letra del alfabeto hebreo que la versión de los LXX y otras antiguas anteponen a Lm. 1:16; 2:17, 49-50 y Sal. 119. De esta letra se deriva la letra O del alfabeto latino.

(b) Partícula que entra en la formación de varios nombres geográficos y que significa «fuente» u «ojo de agua».

(c) Es el nombre de una población asignada a la tribu de Simeón (Jos. 19:7; 1 Cr. 4:32) y que anteriormente había sido heredad de Judá (Jos. 15:32). Era una de las reservadas a los sacerdotes en los territorios de las distintas tribus (Jos. 21:16). Estaba situada cerca de Beerseba.

posted under | 0 Comments

AI

AI

Véase HAI

posted under | 0 Comments

AHORCAMIENTO

AHORCAMIENTO

Forma de castigo muy común en Egipto, Persia y Palestina; después de ejecutado el criminal, se colgaba su cadáver en un árbol o poste. Si el cadáver se dejaba a merced de las aves de rapiña, era aún más denigrante el castigo, y ejemplar para el pueblo. Después se sepultaba secretamente y de noche (Dt. 21:23). También era un modo de suicidarse (2 S. 17:23; Mt. 27:5).

posted under | 0 Comments

AHOLIBAMA

AHOLIBAMA

= «tienda del lugar alto».

(a) Una de las esposas de Esaú; era hija de Aná, hijo de Zibeón heveo. Ella dio a luz para Esaú a Jeús, Jaalam y Coré (Gn. 36:2-25). (Ver BASEMAT)

(b) Un jefe de Edom (Gn. 36:41; 1 Cr. 1:52).

posted under | 0 Comments

AHOLA, AHOLIBA

AHOLA, AHOLIBA

Son dos nombres alegóricos femeninos dados a los dos reinos de los judíos. Ahola es el nombre aplicado a Samaria (el reino del norte), y significa «la que posee un tabernáculo»; y Aholiba, que significa «en ella puse mi tabernáculo» y se aplica a Judá (el reino del sur). El nombre indica una crítica del estado desastroso y cismático del culto en el reino del norte (Ez. 23). Los dos Estados son representados como dos hermanas desposadas con Dios. En la alegoría ambas son consideradas culpables de adulterio contra Jehová, su legítimo esposo, por sus alianzas pecaminosas con las potencias y dioses extranjeros. Aholiba es exhortada a considerar la situación de su hermana y a arrepentirse si no quiere caer en su lastimoso estado.

posted under | 0 Comments

AHOGADO

AHOGADO

Ya desde Noé, cuando por primera vez se da permisión divina al hombre para que coma de la carne de los animales (Gn. 9:3), se prohibe taxativamente la consumición de la sangre (Gn. 9:4). Es así una prohibición para Noé y su descendencia, para toda la humanidad; prohibición que, como tantas otras cosas, fue totalmente dejada de lado por las naciones en su apostasía. La ley de Moisés reafirma esta prohibición al pueblo del pacto (Lv. 3:14-19); no se trata, como vemos, de una nueva prohibición, sino de una reiteración de una antigua orden general. «Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda la carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado» (esto es: muerto).

De ahí la orden del NT a los creyentes de la gentilidad de abstenerse de animales ahogados, (esto es, cuya sangre no había sido derramada al sacrificarlos), y de la misma sangre (Hch. 15:20, 29; 21:25). No se trataba meramente de un ceremonial judío que formara parte de aquella ley misma de Moisés, de la que quedaban totalmente exentos los creyentes procedentes de la gentilidad. No se iba con ello a respetar los escrúpulos de los judíos creyentes, que en tantas y tan importantes cosas quedaban contrariados abiertamente con la decisión del Concilio de Jerusalén (Hch. 15:10). Es digno de señalarse que es en la misma carta en que se proclama la total libertad de los creyentes de la gentilidad de la Ley de Moisés (Hch. 15:23-30) donde se les recuerda que hay cosas que son anteriores a ella, como la «pureza sexual», la «prohibición» de la idolatría, y la dicha prohibición de comer sangre (Hch. 15:28-29). Estas tres instrucciones, que se encadenan en una, llevan todo el peso de la autoridad divina y apostólica, constituyendo «cosas necesarias» (Hch. 15:28). (Ver SANGRE)

posted under | 0 Comments

AHITOFEL

AHITOFEL

= «hermano insensato».

Gilonita, abuelo de Betsabé, y un muy sabio consejero del rey David. Se aceptaba su palabra como palabra de Dios. Se unió a la rebelión de Absalón, y le aconsejó que cohabitara en público con las concubinas de David, y que lanzara de inmediato un ataque contra el rey. Al no ser seguido su último consejo, sino el de Husai, que estaba actuando en favor de David, vio el desastre que se le avecinaba, volvió a su casa, puso sus asuntos en orden, y se ahorcó (2 S. 15:12-34; 16:15-23; 17:1-23; 23:34). Es un tipo de Judas Iscariote (cp. Sal. 61:9; 55:12).

posted under | 0 Comments

AHITOB

AHITOB

= «un buen hermano». Nombre de cuatro sacerdotes:

(a) Hijo de Finees y nieto de Elí (1 S. 14:3; 22:9, 11, 12, 20).

(b) Hijo de Amarías, y padre de Sadoc (2 S. 8:17; 1 Cr. 6:7, 8, 52; 18:16).

(c) Hijo de otro Amarías, y padre de otro Sadoc, en la séptima generación después del anterior (1 Cr. 6:11, 12; Esd. 7:2).

(d) Padre de Meraiot y «príncipe de la casa de Dios» (1 Cr. 9:11; Neh. 11:41).

posted under | 0 Comments

AHINOAM

AHINOAM

= «hermano placentero».

(a) Hija de Ahimaas y esposa de Saúl (1 S. 14:50).

(b) Esposa de David, procedía de Jezreel; acompañó a David en su huida de Saúl; mientras residía en Siclag, fue llevada cautiva cuando la ciudad fue conquistada y quemada por los amalecitas; pero fue rescatada (1 S. 25:43; 27:3; 30:5, 18). Estaba con David al acceder él al trono en Hebrón, y allí dio a luz al primogénito de David, Amnón (2 S. 2:2; 3:2; 1 Cr. 3:1).

posted under | 0 Comments

AHINADAB

AHINADAB

= «hermano de liberalidad».

Hijo de Iddo, gobernador de Salomón en Mahanaim (1 R. 4:14).

posted under | 0 Comments

AHIMOT

AHIMOT

= «hermano de la muerte».

Hijo de Elcana, de la casa de Coat (1 Cr. 6:25).

posted under | 0 Comments

AHIMELEC

AHIMELEC

= «hermano del rey».

(a) Sacerdote en la época en que el arca estaba en Nob. Recibió a David en su huida de Saúl, y le dio el pan de la proposición y la espada de Goliat. Al ser informado de ello Saúl por Doeg el edomita, Ahimelec y los demás sacerdotes fueron asesinados, solamente escapando Abiatar (1 S. 21:1-8; 22:9-20; Sal. 52, «título»).

(b) Hijo de Abiatar (2 S. 8:17), llamado Abimelec en otro pasaje (1 Cr. 18:16). (Ver ABIATAR)

(c) Un heteo, compañero de David cuando era perseguido por Saúl (1 S. 26:6).

posted under | 0 Comments

AHIMÁN

AHIMÁN

= «hermano de Man».

(a) Uno de los tres hijos de Anac que moraban en Hebrón cuando subieron los espías (Nm. 13:22), y que fueron echados por Caleb y muertos por Judá (Jos. 15:14; Jud. 1: 10).

(b) Un portero, de los hijos de Leví (1 Cr. 9:17).

posted under | 0 Comments

AHIMAAS

AHIMAAS

= «hermano poderoso».

(a) Padre de Ahinoam, esposa de Saúl (1 S. 14:50).

(b) Hijo del sacerdote Sadoc (2 S. 15:27, 36). Cuando Absalón se rebeló y David tuvo que huir de Jerusalén, Sadoc siguió siendo fiel a David, y volvió a Jerusalén, mientras que Ahimaas, y Jonatán, hijo de Abiatar, permanecían en En-rogel; a ellos Sadoc les envió noticia del consejo de Ahitofel y de Husai. Más tarde llevó a David la noticia de la derrota de Absalón, dejando que otro mensajero diera la nueva de la muerte de Absalón al rey (2 S. 18:19-29). No tenemos evidencias de que Ahimaas sucediera en el sacerdocio. Puede que muriera antes que su padre.

(c) Gobernador de Salomón en Neftalí (1 R. 4:15).

posted under | 0 Comments

AHILUD

AHILUD

= «un hermano nacido».

Padre de Josafat, el cronista de David y Salomón (2 S. 8:16; 20:24; 1 R. 4:3, 12; 1 Cr. 8:15), y padre de Baana, uno de los gobernadores de Salomón (1 R. 4:12).

posted under | 0 Comments

AHIEZER

AHIEZER

= «hermano ayudador».

(a) Hijo de Amisadai, era uno de los príncipes de la tribu de Dan (Nm. 1:12; 2:25; 7:66, 71; 10:25).

(b) Benjamita, jefe de los hombres armados que se unieron con David en Siclag (1 Cr. 12:3).

posted under | 0 Comments

AHICAM

AHICAM

= «hermano del que se alza» o «un hermano ha aparecido».

Príncipe de Judá que protegió a Jeremías (2 R. 22:12; Jer. 26:24) y que el rey Josías envió a Hulda la profetisa cuando se encontró en el Templo el libro de la ley (2 Cr. 34:20). Fue premiado cuando Nabucodonosor nombró a su hijo Gedalías gobernador de Judá (2 R. 25:22).

posted under | 0 Comments

AHÍAS

AHÍAS

= «hermano del Señor o el Señor es hermano».

(a) Un profeta de Silo que anunció al rey Jeroboam la división del reino y la muerte del príncipe (1 R. 11:29-39; 14:1-18).

(b) Bisnieto de Elí, sumo sacerdote en tiempo de Saúl, y hermano mayor de Ahimelec, o quizá este mismo bajo otro nombre.

(c) Otras siete personas del Antiguo Testamento mencionadas en 1 Cr. 2:25; 8:7; 11:36; 26:20; 1 R. 4:3; 15:27; Neh. 10:26.

El nombre se encuentra también con otras formas ortográficas: Achías, Achía, Ahía y Ahijas.

posted under | 0 Comments

AHAVA

AHAVA

= «agua».

(a) Nombre de un río (Esd. 8:21).

(b) Poblado de Babilonia donde Esdras se reunió con los que viajarían con él a Jerusalén (Esd. 8:15). Probablemente se trataba de uno de los centros donde residían los judíos desterrados en Babilonia, en las cercanías del Gran Canal.

posted under | 0 Comments

AGUR

AGUR

= «recolector».

Hijo de Jaqué, y autor de una colección de proverbios (Pr. 30:1-14). Jerónimo y muchos otros de los padres opinaban que se trataba de un nombre simbólico de Salomón. Esto es muy improbable, ya que se da un nombre paterno. Estos nombres más bien parecen indicar que estos dichos fueron recogidos de fuentes antiguas anteriores a Israel, como sucede con Job. En la LXX no aparece el encabezamiento de la sección.

posted under | 0 Comments

ÁGUILA

ÁGUILA

Varios animales reciben este nombre en Palestina; generalmente se aplica a la más poderosa de las aves de rapiña y, con ella, a otras especies de animales rapaces, por lo cual figura entre los animales impuros. Vuela a gran altura, con rapidez y majestuosidad, guardando con ferocidad su nido. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se cita frecuentemente en imágenes y comparaciones. Existen muchas variedades de águilas, y en Palestina se encuentran casi todas, siendo una de las más conocidas el águila real («Aquila heliacea»). El nombre hebreo designa también otras aves de rapiña, con las que no debe confundirse (Dt. 14:12, 28; 32:11; Jb. 39:30; Ap. 4:7).

El águila es frecuentemente asociada a las visiones de seres misteriosos que toman formas visibles por los hombres (Ez. 1:10). Ilustra también la rapidez con que se disipan las riquezas (Pr. 23:5). En la visión de Ezequiel hay una semejanza de águila (Ez. 1:10; 10:14) que vuelve a mencionarse en Ap. 4:7. En la parábola de Ez. 17, Babilonia y Egipto son comparadas a un águila.

posted under | 0 Comments

AGUIJÓN

AGUIJÓN

Este término traduce distintas palabras hebreas; así, por ejemplo, el bastón puntiagudo que utilizan los labradores para excitar a los bueyes en la labranza. El Eclesiastés compara las palabras de los sabios al aguijón (Ec. 12:11). El libro de Samuel lo emplea para dar a conocer hasta qué grado estaban oprimidos los hebreos por los filisteos, que incluso para afilar los aguijones habían de recurrir al pueblo enemigo y dominador de las tierras hebreas (1 S. 13:21). En el libro de los Jueces aparece como arma (Jue. 3:31). En la escena de la conversión de San Pablo la frase «dura cosa es dar coces contra el aguijón» indica la vana resistencia del hombre a la gracia divina cuando Dios le llama (Hch. 9:5). En su hermoso himno a la resurrección, el apóstol se burla del aguijón de la muerte, que el cristiano no ha de temer porque Cristo lo ha vencido (1 Co. 15:55).

posted under | 0 Comments

AGUAS CALIENTES

AGUAS CALIENTES

(hebreo, «Misrefothmaim», «aguas ardientes» o «termales»).

Lugar o poblado que señalaba el extremo norte de las conquistas de Josué (Jos. 11:8; 13:6). Probablemente en la región de Sidón y quizá a la ribera del mar; no ha sido identificado.

posted under | 0 Comments

AGUAS AMARGAS

AGUAS AMARGAS

Cuando un hombre sospechaba que su esposa le era infiel, la esposa era llevada ante el sacerdote, en un solemne ritual, debía beber las aguas amargas. Se preparaban en un vaso de barro, donde se ponía «agua santa» y «polvo del suelo del tabernáculo» (tipo del Espíritu Santo aplicando la muerte, como juicio de Dios sobre el pecado, a la conciencia por la palabra). Si ella le había sido infiel, esta bebida le sería para maldición, sufriendo de hidropesía bajo la mano de Dios. Si no, quedaría libre (Nm. 5:11-31).

posted under | 0 Comments

AGUA

AGUA

En Oriente es uno de los presupuestos más importantes de la vida. El agua en la Sagrada Escritura significa dicha y seguridad (Ez. 47:1). El israelita se dirige a Dios como a la fuente de agua viva (Jer. 17:13), en cuya cercanía el piadoso puede vivir (Sal. 1:3; Jer. 17:8); también Jesús se llama a sí mismo agua viva (Jn. 4:10, 13 s); quien cree en Él, se convertirá asimismo en fuente de vida (Jn. 7:37 s). El agua que se vierte o que pasa corriendo son símbolos de la vanidad de la vida y de su caducidad (Sal. 22:15; 2 S. 14:14). El hombre pecador se traga los pecados como quien bebe agua (Jb. 15:16).

En hebreo, la palabra «agua» se usa siempre en plural («mayim»). Las aguas cubrieron la tierra en el caos primitivo (Gn. 1:2), y después, cuando Dios las separó, quedaron las aguas superiores o del cielo (Gn. 1:7; 7:10; Sal. 148:4) y las inferiores (Gn. 1:6). El agua también aparece en la Escritura en las múltiples formas como existe en la tierra:

el agua del mar (Is. 11:9; Am. 5:8),

de un río (Jos. 3:8),

de un estanque o de un pozo (Jn. 4:7),

agua de lluvia o de nieve (Jb. 24:19),

de una fuente (Stg. 3:11);

el agua dulce es llamada agua viva o corriente (Gn. 26:19; Lv. 14:5).

Son notables las aguas del Diluvio (Gn. 7:7; Is. 54:9; 1 P. 3:20; 2 P. 3:6).

En Palestina, como en la Antigüedad, el agua era de mucho valor; así, cada uno se preocupaba de tener su propia agua, y los extranjeros y los pobres tenían que comprarla (Nm. 20:19; 2 R. 19:24; Is. 55:1; Lm. 5:4; Pr. 5:15; 9:17). El agua de las fuentes era libre. El agua se empleaba para el riego de la tierra (Ez. 17:7; Sal. 1:3; 65:10; 104:10). Así como para lavatorios higiénicos religiosos.

Algunas expresiones del hebreo son difíciles de traducir al castellano, pero pueden ser interpretadas así:

«agua de cabeza» significa agua de dormidera;

«agua de las rodillas» quiere decir orines (Is. 36:12).

En sentido figurado se le llama agua a un peligro de muerte (Sal. 18:17; 32:6; Jb. 27:20);

también al desaliento se le llama aguas (Jer. 7:5).

El agua es un símbolo de limpieza espiritual, pero nunca puede regenerar por sí sola. Los hebreos la usaban en las abluciones, que eran bastante frecuentes. La secta de Qumram practicaba estas abluciones varias veces al día, ciñéndose estrictamente a las prescripciones del ritual de la ley de Moisés. Juan el Bautista practicó el bautismo para perdón de pecados, precursor del bautismo cristiano, que es bautismo de creyentes y que sigue a la fe, porque el agua no puede lavar los pecados si no hay arrepentimiento previo.

posted under | 0 Comments

AGRIPA

AGRIPA

Llevan este nombre dos monarcas descendientes de Herodes.

(a) Agripa I.

Nieto de Herodes el Grande, recibe el nombre de Herodes en el NT. Su nombre completo era Marco Julio Agripa Herodes. Josefo nos informa que era hijo de Aristóbulo (Ant. 18:5, 4). Nacido el 10-9 a.C., sus años juveniles fueron de aventurero y derrochador, pero al llegar a Roma consiguió el favor de Calígula que, al acceder al trono en el año 37 d.C. declaró a Agripa como sucesor de Felipe el tetrarca, que había muerto tres años antes. Acusando a Antipas, que se había casado con su hermana Herodías, Agripa consiguió su deposición y exilio, y le sucedió en los territorios de Galilea y Perea en el año 39 d.C. Era todavía huésped de Calígula en Roma cuando el tirano fue asesinado en el año 41 d.C. Habiendo usado su influencia en la elección del sucesor de Calígula, Claudio, este emperador no sólo le confirmó en su posición anterior, sino que además le añadió los dominios de Judea, Samaria y Abilene, con lo que la extensión de su dominio se hizo casi idéntica a la de su abuelo Herodes el Grande. Estaba en estos dominios cuando leemos de él en el Nuevo Testamento como «el rey de Herodes» (Hch. 12). Hizo matar a espada a Jacobo, el hermano de Juan, y por cuanto ello había complacido a los judíos, hizo también encarcelar a Pedro. Esto sucedió alrededor del año 43 d.C.; al cabo de un año, el rey, al permitir ser llamado un dios, fue herido por la mano de Dios, muriendo de una manera dolorosa. El relato dado por Josefo de sus cualidades administrativas, de sus esfuerzos por los judíos mientras estaba en Roma, y sus deseos de fortificar y embellecer Jerusalén, no pueden aligerar su culpa al lanzarse contra los apóstoles para agradar a los judíos; ello arroja una mancha imborrable sobre él, así como su soberbia en el último momento de su vida, que le hizo el justo objeto de la ira de Dios, que no dará Su gloria a otro.

(b) Agripa II.

Hijo del anterior. Con sólo 17 años a la muerte de su padre, el emperador Claudio le encomendó el gobierno de Calcis, en el Líbano, hasta que llegara a la mayoría de edad. Se había criado en la corte de Roma, y era partidario de los romanos. A los 21 años de edad, Claudio le dio las tetrarquías de Traconite, Abilene, y otras partes del noreste de Palestina. Después Nerón le añadió varias ciudades. Es el rey Agripa ante el que Pablo hizo su defensa (Hch. 25:26). Pablo afirma que era experto en todas las costumbres y cuestiones que se daban entre los judíos. Las cosas concernientes a Cristo no habían sido hechas en un rincón, y el rey las conocía. Pablo sabía que Agripa creía en los profetas. Agripa le dijo: «Por poco me persuades a ser cristiano.» Pablo, como verdadero evangelista, deseaba que Agripa y todos los que estaban con él llegaran a ser como él era, excepto sus cadenas. Agripa tuvo un largo reinado, y utilizó su influencia para inducir a los judíos a que se sometieran, cuando se rebelaron contra los romanos. Luchó al lado de Vespasiano al desencadenarse la guerra, y fue herido de una pedrada de honda en el sitio de Gamala. Después de la caída de Jerusalén se retiró a Roma. donde fue nombrado pretor. Murió en el año 100 d.C.

posted under | 0 Comments

AGRICULTURA

AGRICULTURA

La agricultura era muy importante en Israel. Desde las primeras páginas del Génesis, después de que nuestros padres fueron arrojados del paraíso, la Biblia nos dice que Caín era labrador y Abel pastor de ovejas (Gn. 4:2). Con ello quiere significar que las dos principales ocupaciones de los hebreos después de la pérdida del paraíso estaban íntimamente relacionadas con la agricultura. Se poseen numerosas noticias sobre la agricultura entre los hebreos, gracias a la arqueología de Palestina, a las fiestas religiosas y a la literatura bíblica, así como por las descripciones, los documentos profanos, etc., de otros pueblos del Antiguo Oriente.

La agricultura constituyó y aún constituye la principal ocupación de los hebreos y, por lo tanto, la base de su vida económica. Además de proporcionarles sustento, fue factor importante en los designios de la Providencia respecto al pueblo escogido. La dedicación a la agricultura contribuyó no sólo a suavizar las costumbres más ásperas de la vida nómada, sino también a desarrollar el espíritu patriótico por el afecto a la tierra que llevaba consigo tal oficio.

Los diversos libros de la Biblia nos mencionan las costumbres agrícolas de los hebreos. Las fiestas más importantes del calendario israelita (la de las Semanas, la de los Tabernáculos, la de los Ácimos) son fiestas agrícolas. La legislación mosaica se ocupa cuidadosamente del aspecto agrícola de la existencia de los hebreos (Dt. 11:12; 14:22 ss; 15:19; 16:17; 19:14; 22:1, 3, 9, 10; 23:25, 26; 25:4; 26:1-11; 27:17).

La Sagrada Escritura abunda en figuras, metáforas, símbolos o palabras sacadas de la agricultura, porque los profetas, los poetas y los sabios de Israel encontraron el vocabulario de los labriegos lleno de significado y muy apto para impresionar con su fuerza la mente de un auditorio que conocía bien la agricultura. La simiente, los retoños, los injertos, los frutos, la vid, el trigo, el árbol, la viña, las raíces, las hojas, etc., son actualmente patrimonio común de todos los hombres a través de todas las expresiones y enseñanzas del Antiguo Testamento.

En la época de los patriarcas, los hebreos, dedicados preferentemente a la cría del ganado menor y mayor, tuvieron más bien una vida nómada y sólo se dedicaban al cultivo de los campos cuando lo podían compaginar con la ganadería; tanto es así que el término que indica «posesión» o «propiedad» fue durante mucho tiempo equivalente de «rebaño» o «ganado».

Dado el carácter nómada de los patriarcas, las disputas sostenidas en su época se debían principalmente a los pozos y muy pocas veces a las cosechas o a los campos. Sin embargo, en Egipto, los israelitas pudieron adquirir interesantes conocimientos para su ocupación en la agricultura. A tal propósito hallamos dedicadas interesantes leyes promulgadas por Moisés. La historia de José revela cosas muy interesantes acerca de la dedicación al pastoreo, y también es significativa en cuanto a la actividad agrícola de entonces, prescindiendo del sueño del sol, la luna y las once estrellas, tan ligado al respeto de los astros, característica de todos los pueblos de Oriente. José sueña con gavillas (Gn. 37:7), y más tarde sus hermanos fueron precisados a marchar a Egipto acuciados por el hambre que reinaba en Canaán.

Moisés procura hacer de la agricultura la principal ocupación de los israelitas, para así conseguir ligarlos estrechamente al suelo. Con este fin promulga una verdadera ley agraria que distribuye la tierra en partes iguales y las hace inalienables, ya que aun en el caso de venta queda, por un lado, el precepto de goelato (Lv. 25:20) y, por otro, los jubileos (Lv. 25:11). A pesar de estos preceptos, los profetas tendrán que luchar en repetidas ocasiones contra la ambición de los poderosos, que pretenderán «añadir un campo a otro campo» (Is. 5:8). La tierra de Palestina era muy fértil en tiempos del Antiguo Testamento; es proverbial para describir la tierra de los hebreos como un país «que mana leche y miel». En los relatos de viajeros y peregrinos, así como por diversos datos que aporta la arqueología, se sabe también que en la Edad Media se cultivó la caña y que hubo plantaciones de arroz. El cultivo del naranjo, muy típico en Palestina y tan remunerador para la economía del nuevo Estado de Israel, es muy reciente. El «Calendario de Gezer», documento tan precioso para la agricultura de Palestina como para la historia y escritura en lengua hebrea, da noticias de la época en que se desarrollaban las diversas labores: la recolección de la aceituna se efectuaba de septiembre a octubre; la sementera, en noviembre y diciembre, y la sementera tardía, en enero y febrero; la recogida del lino, en marzo; la siega de la cebada, en abril; las otras siegas y las fiestas de la recolección, en mayo; la poda de la viña, en junio y julio, y la recogida de frutas, en agosto.

En el cultivo de los campos se empleaban diversos aperos, muy pocos y rudimentarios comparados con los que utiliza el labriego hoy en todas las partes del mundo. El arado primitivo era de madera con una pequeña punta metálica; la hoz, prescindiendo del material que la formaba y de su tamaño, parecía más o menos la moderna. La trilla se llevaba a cabo en la era, con procedimientos que no han cambiado mucho en esencia en la actualidad. Los hebreos recibieron en Egipto importantes conocimientos para las labores del campo, y utilizaron el buey y el asno como animales auxiliares. El uso de abonos era muy antiguo y variado: hojas podridas, sangre de animales sacrificados, cenizas de maderas, estiércol, paja mojada y mezclada con estiércol; etc. Cada siete años la tierra había de descansar uno (Lv. 25:2, 7, 20), llamado año sabático.

La agricultura conoció, y conoce, muy peligrosos enemigos. La sequía se presentaba, sin duda, como el más temible, porque acarreaba hambres espantosas que producían emigraciones a países más afortunados, casi de modo periódico (Gn. 12:10; 26:1; 41:50-57). Se pretendía hacerle frente con la creación de cisternas, acueductos y albergues que asegurasen el suministro y la conducción del agua y su empleo en el riego artificial. Otros azotes de los campos y los cultivos eran los insectos y el tifón. El peor de todos estaba encarnado en la langosta, capaz de devorar la vegetación de grandes extensiones de terreno, y de la que el hombre bíblico no podía protegerse. De menor importancia por lo limitado de sus daños eran los ladrones y merodeadores, que se apoderaban de los productos campestres cuando estaban maduros. A fin de salvaguardarse de ellos, al propio tiempo que de los perjuicios que ocasionaban los animales silvestres, solían rodearse los campos con setos, y especialmente las viñas, donde se construían torteras desde las cuales se vigilaba. Los primeros frutos estaban consagrados al Señor, así como los diezmos de todo, y los pobres eran socorridos por la ley divina (Lv. 19:9; 23:22; Dt. 24:19-21; Rt. 2:2; 7:9).

posted under | 0 Comments

AGOREROS

AGOREROS

(Véase ADIVINACIÓN.)

posted under | 0 Comments

ÁGATA

ÁGATA

Piedra preciosa, probablemente así llamada por el río Agates, donde abundaba. Son piedras semitransparentes y veteadas. Se encontraban en la fila tercera del pectoral de los sumos sacerdotes (Éx. 28:19; 39:12).

posted under | 0 Comments

AGARENOS

AGARENOS

Tribu nómada de Arabia, contra la que hicieron guerra las dos tribus y media al este del Jordán. Los grandes despojos capturados evidencian que era una tribu muy rica (1 Cr. 5:10, 19-22; Sal. 83:6). Se desconoce el origen de este nombre. En el salmo mencionado son distinguidos de los ismaelitas. Un administrador de David era de esta nación (1 Cr. 27:31).

posted under | 0 Comments

AGAR

AGAR

= «errante».

Forma griega del nombre hebreo «Hagar», esclava egipcia de Sara. Abraham la aceptó como concubina, según costumbre semítica de entonces, siendo Sara estéril (Gn. 16:1), y teniendo ya 76 años. Agar fue aceptada como tal a petición de Sara, que quería obtener el título de madre y hacer posible la sucesión de Abraham. Cuando Agar, enorgullecida por estar encinta, se burló de Sara, ésta recurrió a Abraham, puesto que era ya esclava de él; éste terminó el concubinato y entregó la esclava a su dueña, quien la ultrajó de tal modo que Agar huyó al desierto; allí se le apareció un ángel, el cual le ordenó volver a casa de Sara y le anunció que el hijo de sus entrañas, (Ismael), sería padre de pueblos y hombre fuerte (Gn. 16). (Véase ISMAEL) Después del nacimiento de Isaac la rivalidad continuó entre las dos mujeres y de nuevo Agar y su hijo marcharon al desierto, donde estaban a punto de morir de sed, cuando otra vez el ángel les mostró las fuentes de agua.

Con la ayuda de Dios sobrevivieron en el desierto e Ismael creció allí (Gn. 21). El último pasaje que menciona a Agar en el Antiguo Testamento nos muestra a ésta buscando mujer para su hijo en Egipto, país de donde ella misma había salido (Gn. 21:1-21).

Pablo nos da la aplicación alegórica de estos sucesos (Gá. 4:21-31), mostrando la libertad en que nos sitúa el nuevo pacto, en la gracia, frente a la esclavitud en que recaen aquellos que se vuelven a sujetar a la ley (Gá. 5:1).

posted under | 0 Comments

ÁGAPE

ÁGAPE

Una de las cuatro palabras que en griego bíblico expresan el vocablo que en las Biblias castellanas se traduce por «amor». En el Nuevo Testamento se emplea para designar el amor que los creyentes deben sentir los unos por los otros; se da ese mismo nombre a una cena fraternal que los primeros cristianos celebraban (1 Co. 11:17-34).

Desgraciadamente surgieron abusos graves en estas fiestas, por lo que fueron desapareciendo, al menos como celebración con motivo de la Santa Cena. (Véase) No obstante, continúan celebrándose fiestas fraternales en la mayoría de iglesias cristianas. (Véase BANQUETE)

posted under | 0 Comments

AGAG

AGAG

prob. «llameante».

Al parecer, título genérico de los reyes de Amalec, como Faraón era el de los egipcios y probablemente Abimelec el de los filisteos. Se mencionan dos: Nm. 24:7 y 1 S. 15:9-33. Otros creen que en Números debe leerse Gog, o también Og.

Amán (Est. 3:1) descendía probablemente de la familia real amalecita.

posted under | 0 Comments

AGABO

AGABO

(a) Profeta cristiano que llegó a Antioquía, procedente de Jerusalén, anunciando una gran hambre «en toda la tierra habitada» (Hch. 11:27), lo que dio ocasión a la solidaridad de los hermanos de Antioquía con los de Judea.

(b) Profeta cristiano que descendió de Judea a Cesarea, y anunció a Pablo su futuro encarcelamiento si persistía en dirigirse a Jerusalén a pesar de las múltiples advertencias de Dios (Hch. 20:23; 21:4; 11, 12) de que no fuera.

Hay gran probabilidad de que sean dos menciones de la misma persona.

posted under | 0 Comments

AFEITES

AFEITES

El término hebreo es «tamruq», cosas que se frotan, se traduce «afeites» solamente en Est. 3:12, aunque se usa también en Est. 3:2, 9, y Pr. 20:30. Se trataba de ungüentos y aceites para la unción de la piel y de los cabellos. También se usaban afeites compuestos de antimonio para colorearse los párpados; se menciona a Jezabel usándolo (2 R. 9:30), y en Jer. 4:30, metafóricamente, de engalanarse.

(Ver PERFUMES, UNGÜENTOS, COSMÉTICOS)

posted under | 0 Comments

AFEC

AFEC

(también AFEQ)

= «cauce de arroyo» (hoy, «ras el-'en»).

(a) Nombre de varias ciudades de Canaán, principalmente una ciudad real cananea, en la llanura de Sarón, conquistada por Josué (Jos. 12:18), campamento de los filisteos (1 S. 4:1 s).

(b) Una ciudad de Aser (Jos. 19:31) nunca dominada por los israelitas, hoy es el Tell Kurdane en la llanura de Aco.

(c) También se llamaba así al lugar donde los hebreos derrotaron a los sirios en cumplimiento de la profecía de Eliseo (2 R. 13:17), al oriente del Mar de Galilea. Herodes la llamó Antipátride (Hch. 23:31).

La mayoría de las versiones modernas y revisiones de la Biblia de Reina y Valera escriben Afec en vez de Afeq. Por oscuridad en el texto hebreo hay otros nombres que se traducen con este nombre al castellano.

posted under | 0 Comments

ADUMÍN

ADUMÍN

= «rojura».

Valle en el camino de Jerusalén a Jericó, donde se encuentra la posada del buen samaritano, entre la frontera de Benjamín y Judá (Jos. 15:7 y 18:7). Hoy día existe todavía una posada en este lugar, aunque, naturalmente, no puede ser la misma a que aludía, sin duda, el Señor Jesucristo, pero sí el emplazamiento.

posted under | 0 Comments

ADULTERIO

ADULTERIO

(a) En sentido particular y literal, relación sexual entre un hombre casado y una mujer que no es la suya, o entre una mujer casada y un hombre que no es su marido. La poligamia con mujeres de razas inferiores y concubinas no era considerada como adulterio bajo la ley de Moisés, y, sin embargo, una debía ser siempre la mujer principal. El adúltero con mujer casada era castigado con pena de muerte, por la ofensa que ello representaba para el marido legítimo; en cambio, la relación sexual con una joven soltera tenía como sanción el tener que tomarla forzosamente por concubina y tratarla con las mismas consideraciones que a la mujer propia o a las otras concubinas si las había (Éx. 22:15). En el caso de mujer casada la pena era de muerte, sentido indirecto (Éx. 20:14; Lv. 20:10; Dt. 5:21).

Según el Sermón de la montaña, toda impureza sexual de pensamiento, palabra u obra es considerada como adulterio (Mt. 5:27-28).

La palabra «codiciar» tiene, empero, un sentido de desear intensamente y recrearse voluntariamente en pensamientos pecaminosos, y no significa una simple mirada a una mujer bella como admiramos las flores, las montañas o una puesta de sol. Jesús exige aquí un control voluntario de los sentidos, que nos podrían conducir a situaciones que más tarde querríamos haber evitado. No es que Cristo ponga al mismo nivel el adulterio carnal con la simple observación de una mujer, sino que nos previene para que no caigamos en la tentación.

(b) En sentido simbólico, la adoración de dioses falsos es considerada como una traición al pacto contraído con Jehová (Jer. 3:8-9; Ez. 23:37-47; Os. 2:2-13). Dios exige que nuestro amor para con Él sea total, como el esposo lo exige a la esposa que le ha jurado fidelidad.

Están divididas las opiniones en cuanto a la interpretación de 1 Co. 7:15. Mientras algunos interpretan la primera parte del texto como un justificante para el divorcio y segundo matrimonio, en el cual el cónyuge inocente pueda encontrar la paz, otros consideran esta última frase como imperativo de celibato perpetuo por parte del que ha sido casado alguna vez. La exégesis conjunta de ambos textos parece inclinarse a la idea de que es deber del cristiano buscar la paz hasta el máximo posible, y que si el infiel se aparta, (o sea, abandona el hogar común), el creyente está libre para buscar la paz en un segundo matrimonio.

posted under | 0 Comments

ADULAMITA

ADULAMITA

Habitante de Adulam (Gn. 38:1, 12, 20).

posted under | 0 Comments

ADULAM

ADULAM

= «lugar cerrado».

Una de las ciudades reales de Canaán, integrada más tarde a la tribu de Judá (Jos. 12:15; 15:35). Fue reedificada o fortificada por Roboam (2 Cr. 11:7); y habitaron en ella algunos de los retornados del exilio (Neh. 11:30; Mi. 1:15). Identificada con «Aid-el-ma», que mantiene similitud con el de Adulam, 31º 39' N, 35º E. Más interés tiene la CUEVA DE ADULAM que la ciudad, por haber sido un cuartel general de David. En aquel lugar hay unas formaciones de limolita en las que se hallan extensas excavaciones, una de las cuales pudo haber sido la cueva en la que halló refugio David. Toda la familia de David descendió de los montes de Belén a él (1 S. 22:1). El lugar tradicional es una cueva en «Wadi Khureitun», en la zona oriental de Judá, llegándose a ella por un estrecho sendero que podía ser defendido con suma facilidad; la cueva es muy grande. Diferentes autores que han visitado estos lugares abogan por ésta u otras cuevas como la verdadera. Además de sus parientes, se unieron con David «todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu» (1 S. 22:1, 2; 2 S. 23:13; 1 Cr. 11:5). David era el rey ungido de Dios, y el profeta Gad fue a él, y también Abiatar el sacerdote; así que en la compañía de proscritos se hallaban el profeta, el sacerdote y el rey de Dios, aunque todas las formas oficiales de adoración se hallaban en otro lugar: esto constituye un tipo del Señor Jesús en Su rechazamiento. Cuando estaba en la tierra, las formas externas no le admitieron; y ahora que está en gloria sigue siendo rechazado incluso por una buena parte de la moderna cristiandad.

posted under | 0 Comments

ADRIEL

ADRIEL

= «Honor de Dios».

Hijo de Barzilai, el meholatita, a quien le había sido dada Merab, hija de Saúl, después de haber sido prometida a David (1 S. 18:19). Dio cinco hijos a Adriel, y éstos fueron entregados a la muerte para vengar a los gabaonitas, por cuanto Saúl había dado muerte a algunos de ellos (2 S. 21). En 2 S. 21:8 se dice que eran «hijos de Mical, hija de Saúl, los cuales ella había tenido de Adriel, hijo de Barzilai». Con toda probabilidad este pasaje está equivocado debido a un error de copista (cp. 1 S. 18:19; 1 S. 25:44). Es posible que el pasaje original dijera «los cinco hijos de la hija de Saúl, que había tenido de Adriel», añadiendo alguien erróneamente el nombre de Mical en el margen, como glosa, y que, después, en sucesivas copias, fuera incorporado al texto.

posted under | 0 Comments

ADRIÁTICO

ADRIÁTICO

Ver ADRIÁ.

posted under | 0 Comments

ADRIÁ

ADRIÁ

El mar Adriático, por donde Pablo fue llevado a uno y otro lado por una tempestad (Hch. 27:27). El término «Adriático» se halla en la actualidad limitado al mar que se extiende entre Italia, Dalmacia y Albania; anteriormente tenía una connotación más amplia, denotando la parte del Mediterráneo limitada por Sicilia, Italia, Grecia y África. Es importante señalarlo, por cuanto Malta (Melita), donde Pablo y sus compañeros naufragaron, no se halla dentro del actual Adriático, aunque sí se halla dentro de lo que recibía este nombre en el pasado. Los que han objetado aquí al relato bíblico lo han hecho sin dar atención a este hecho.

posted under | 0 Comments

ADRAMICIO

ADRAMICIO

Puerto de donde era el barco en el que navegó Pablo como prisionero (Hch. 27:2). Está en la costa de Misia, Asia Menor, 30º 35' N, 27º 2' E. Su nombre actual es «Adramyt», y sigue activo como puerto.

posted under | 0 Comments

ADRAMELEC

ADRAMELEC

= «Adar es rey».

(a) Uno de los dioses de Sefarvaim, importado por los colonos asirios de Samaria; el otro es Anamelec. Los libros de los Reyes (2 R. 17:31) narran que quemaban a sus hijos como sacrificio a esta deidad y también a otra que llamaban Anamelec.

(b) Segundo nombre de uno de los hijos de Senaquerib, rey de Asiria. Las crónicas seculares hablan del asesinato de su padre, pero no mencionaban su nombre como uno de los asesinos, que la Biblia cita juntamente con el de su hermano Sarezer (2 R. 19:37; Is. 37:38). Esto sucedió mientras Senaquerib adoraba a su dios en el templo de Nisroc.

posted under | 0 Comments

ADORNO

ADORNO

Los orientales tienen mucha mayor preferencia por las joyas llamativas que los occidentales. Tanto a los egipcios como a los hebreos, madianitas, sirios, hombres y mujeres, les encantaba enormemente aderezarse (Gn. 24:22; Éx. 3:22; 11:2; 32:2; Nm. 31:50). Las mujeres se adornaban con perlas, joyas de oro, plata y bronce (Cnt. 1:10, 11; 1 Ti. 2:9); pendientes para los oídos y la nariz; ajorcas, collares, cadenas, espejos de cobre, brazaletes, aros, anillos, agujas (Gn. 24:22, 47; 35:4; Éx. 35:22; Nm. 31:50; Is. 3:18-23). Los hombres de todas las clases sociales, excepto los realmente indigentes, exhibían sortijas de sello (Gn. 38:18), que servían además de adorno. El rey Saúl llevaba un brazalete de bronce en su brazo (2 S. 1:10). Los ismaelitas llevaban zarcillos en las orejas (Jue. 8:25, 26), lo mismo que ciertos israelitas (Éx. 32:2). Una cadena de oro indicaba la dignidad de los personajes de alto rango (Gn. 41:42; Dn. 5:29). En período de duelo, se quitaban los ornamentos de manera ostensible

(Éx. 33:4-6). Las mujeres creyentes son llamadas a rechazar los adornos de oro o de vestidos lujosos (1 P. 3:3), como seguidoras peregrinas de un Cristo rechazado por el mundo (cp. Mt. 9:15; Ro. 11:9, 13-16, 24-27). Metafóricamente, se dice de adornar la doctrina de Dios mostrándola con un comportamiento digno de Él (Tit. 2:10).

posted under | 0 Comments

ADORACIÓN

ADORACIÓN

La adoración a Dios ha sido descrita como «la honra y adoración que se le rinden en razón de lo que Él es en Sí mismo y de lo que Él es a aquellos que se la dan». Se presupone que el adorador tiene una relación con Dios, y que hay un orden prescrito del servicio o de la adoración. Los israelitas habían sido redimidos de Egipto por Dios, y por ello, como pueblo redimido podían allegarse al lugar por Él señalado para adorar en seguimiento de Sus instrucciones. Así, dice el salmista: «Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación... Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses... Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y el rebaño de su mano» (Sal. 95:1-7).

En los tiempos del AT los adoradores no podían entrar en el santuario divino. Solamente podían entrar en el patio exterior a él. Incluso el sumo sacerdote sólo podía entrar en el lugar santísimo sólo una vez al año, con sangre. Por lo demás, los mismos sacerdotes se quedaban limitados al santuario, sin poder atravesar el velo. Todo esto ha cambiado ahora. La redención ha sido cumplida, el velo ha sido rasgado de arriba abajo, Dios ha abierto de par en par el acceso a Él, y los adoradores, como sacerdotes, tienen libertad para entrar en el lugar santísimo. Dios ha sido revelado en los consejos de Su amor como Padre, y el Espíritu Santo ha sido dado. Por ello, el lenguaje de los Salmos ya no es adecuado para dar expresión a la adoración cristiana, debido a lo íntimo de la relación a la que ha sido traído el creyente. En el milenio, «el pueblo» no tendrá acceso en este mismo sentido. La verdadera figura para la actitud cristiana es la del sacerdote, no la del pueblo.

Los que adoran a Dios deben adorarle en espíritu y en verdad, y el Padre busca a los tales que le adoren (Jn. 4:24). El deleite de ellos está en lo que Él es. Se gozan en Dios, y le aman, gloriándose en Él (Ro. 5:11). Adorar «en espíritu» significa adorar de acuerdo con la verdadera naturaleza de Dios, y en el poder de comunión que da el Espíritu Santo. Por ello, está en contraste con la adoración consistente en formas y ceremonias, y con la religiosidad de que es capaz la carne. Adorar «en verdad» significa adorar a Dios de acuerdo con la revelación que Él ha dado en gracia de Sí mismo. Por ello, «ahora» no sería adorar a Dios en verdad el adorarle «simplemente» como «Dios grande», «nuestro Hacedor» y «Rey grande sobre todos los dioses», como en el Sal. 95. Todo esto es cierto de Él. Pero a Él le ha placido revelarse a Sí mismo bajo otro carácter para los suyos, como Padre. Entran así en Su presencia con espíritu filial, y con la consciencia del amor que les ha dado un lugar ante Él en Cristo, como

hijos según Su buena voluntad. La consciencia de este amor, y de la buena voluntad de Dios de tenernos ante Él en Cristo, es entonces la fuente de la que surge nuestra adoración como cristianos. El Padre y el Hijo son conocidos, siendo la voluntad del Padre que todos honren al Hijo como revelador de la fuente del amor, y el Hijo conduce a los corazones de muchos hijos al conocimiento del amor del Padre. Así, la adoración se distingue de la alabanza y de la acción de gracias: es el homenaje tributado por el amor (Ro. 8:15), y vertido al Padre y al Hijo, conducidos en ello por el Espíritu Santo.

Bibliografía.

Darby, J. N.: «On Worship», en Collected Writings, vol. 7, PP. 87-126; «The Father Seeking Worshipers», en Coll. Writ, vol. 34, PP. 333-342 (Kingston Bible Trust, Lancing, Sussex, reimpresión 1967);

Gibbs, A. P.:«Worship, the Christian's highest occupation» (Walterick Pub., Kansas City, s/f);

Lacueva, F.:«Espiritualidad Trinitaria» (Clíe, Terrassa, 1983).

posted under | 0 Comments

ADOPCIÓN

ADOPCIÓN

La adopción, en el sentido moderno que tiene esta palabra hoy día, o sea la incorporación en el seno de la familia, como hijo, de una persona ajena a ella, no se conoció entre los israelitas. En el resto del Medio Oriente se practicó ya desde la Antigüedad, teniendo por objeto proporcionar, a los maridos cuyas mujeres fueran estériles, hijos que los ayudasen en su trabajo y en su ancianidad. En los archivos de Nuzi se conservan actas que nos relatan las adopciones llevadas a cabo por distintos señores.

La adopción se expresaba por un rito común que se practicaba también en otros pueblos. El hijo se ponía encima o en las rodillas de la persona que lo adoptaba. La ceremonia se efectuaba para adoptar a los hijos de una esclava (Gn. 30:3-8), y en el caso del abuelo con sus nietos (Gn. 48:5-12; 50:23; Rt. 4:16-17). El padre que carecía de hijo varón podía casar a su hija con un esclavo y considerar el hijo nacido del matrimonio como hijo propio (1 Cr. 2:35). Los efectos de tal adopción (adopciones en sentido limitado, puesto que ocurrían dentro de la misma) eran limitados en cuanto a los derechos hereditarios.

En el Derecho Romano la adopción era una especie de compra que se llevaba a cabo en presencia de testigos. San Pablo parece aludir a ella al escribir a los gálatas (Gá. 4:5).

En nuestros días, la adopción no es cosa rara entre los judíos ni en Oriente, donde se hace ante una autoridad con fórmulas legales.

En el Nuevo Testamento la adopción denota un acto de libre gracia de Dios, por el cual, justificándonos por la fe, somos recibidos en la familia de Dios y constituidos herederos del patrimonio celestial. En Cristo Jesús, y mediante sus méritos expiatorios, los creyentes reciben la adopción «de hijos» (Gá. 4:4-5). Algunos de los privilegios de este estado de adopción son el amor y cuidado de nuestro Padre celestial; la semejanza a su imagen, una confianza similar en Sí; el libre acceso a Sí en todo tiempo; el testimonio del Espíritu Santo, por el cual exclamamos: «¡Abba, Padre!», y el mismo Espíritu Santo, que es las arras que Dios nos da de su adopción en Cristo Jesús; y un titulo a nuestro hogar celestial (Ro. 8:14-17; 9:4; Ef. 1:4-5).

Que los creyentes son hijos adoptivos de Dios, se repite muchas veces en el Nuevo Testamento; Jesús no sólo enseña a los suyos a llamar a Dios «Padre nuestro» (Mt. 6:9), sino que da el título de «hijos de Dios» a los pacíficos (Mt. 5:9), a los caritativos (Lc. 6:35) y a los justos resucitados (Lc. 20:36).

El fundamento de este título está en todo el Antiguo Testamento y se precisa en la teología de San Pablo. La adopción filial era ya uno de los privilegios de Israel (Ro. 9:4), pero ahora los cristianos son hijos de Dios en un sentido mucho más fuerte, por la fe en Jesucristo (Gá. 3:26; Ef. 1:5). Esta doctrina está también en los escritos de San Juan: «Hay que renacer, dice Jesús a Nicodemo (Jn. 3:3-5), del agua y del Espíritu.» En efecto, a los que creen en Cristo les da Dios el poder ser hechos hijos de Dios (Jn. 1:12). Esta vida de hijos de Dios es para nosotros una realidad actual, aun cuando el mundo lo ignore (1 Jn. 3:1). Vendrá un día cuando se manifestará abiertamente, y entonces seremos semejantes a Dios, porque lo veremos como Él es (1 Jn. 3:2). No se trata, pues, únicamente de un título que muestra el amor de Dios a sus criaturas: El hombre participa de la naturaleza de aquel que lo ha adoptado como hijo suyo (2 P. 2:4). Los hijos de Dios participan de la misma naturaleza de Dios, y la gracia viene directamente de la naturaleza divina.

posted under | 0 Comments

ADONISEDEC

ADONISEDEC

= «señor de justicia».

Rey cananeo de Jerusalén. Al saber que después de la conquista de Hai por parte de Josué los gabaonitas habían hecho paz con Israel, se puso al frente de otros cuatro reyes para castigar a Gabaón. Josué, saliendo en ayuda de Gabaón, lo derrotó, y él y sus aliados fueron ahorcados (Jos. 10:1-27). Entre las tabletas de Tell El-Amarna (ver AMARNA) se han hallado cartas de Adonisedec pidiendo al rey de Egipto que enviara soldados para que le defendieran de los «Abiri» (hebreos). Estas cartas dan un vívido relato, desde el punto de vista de los cananeos, de las guerras que tuvieron lugar cuando Josué tomó posesión de la tierra.

posted under | 0 Comments

ADONIRAM

ADONIRAM

= «el Señor sea exaltado».

Recaudador de tributos bajo David, Salomón y Roboam; murió lapidado por el pueblo (1 R. 12:18). Este alto empleado real es conocido también con el nombre de Adoram.

posted under | 0 Comments

ADONÍAS

ADONÍAS

= «Jehová es Señor».

(a) Cuarto hijo de David, nacido en Hebrón, y aspirante al trono después de muertos sus hermanos Amnón y Absalón, en competencia con Salomón. Joab y Abiatar se pusieron de su parte; del lado de Salomón estaban Betsabé, su madre, y el profeta Natán. David se decidió por Salomón y Adonías se sometió. Después, por haber pedido en matrimonio a Abisag sunamita, una de las mujeres del harén de David, Salomón, tomando tal cosa como nueva pretensión al trono, lo hizo matar junto con Joab (2 R. 1-2).

(b) Uno de los levitas enviados por el rey Josafat a enseñar la ley al pueblo (2 Cr. 17:8).

(c) Uno de los jefes del pueblo, en tiempo de Nehemías (Neh. 10:16).

posted under | 0 Comments

ADONAI

ADONAI

= «mi señor».

Antiguo término hebreo derivado de «Addon», «señor», usado como nombre de Dios en el Antiguo Testamento. Los judíos lo leen en lugar del nombre inefable de Yaveh (Jehová), que en el texto hebreo suele escribirse con la vocalización de Adonai (Is. 6:1). En la versión de los LXX el término se traduce por «Kyrios», que es el equivalente de la palabra «Señor» con la cual hoy se traduce en muchas Biblias castellanas.

posted under | 0 Comments

ADOBE

ADOBE

Véase TEJA.

posted under | 0 Comments

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

En último término, toda autoridad para dispensar justicia, para decidir en pleitos, para ordenar castigo y premiar, reside en Dios. Vemos a Dios delegando en los hombres la responsabilidad de reprimir la violencia, que había abocado al mundo del juicio de Dios anteriormente con las aguas del diluvio (Gn. 6:11; 9:5, 6).

La administración de justicia presenta muy diversas formas en la Biblia. En la sociedad patriarcal, el padre de familia administraba justicia entre los suyos (Gn. 21:8-14; 38:24); en Egipto había funcionarios reales que eran los encargados de administrar justicia, como delegados del rey, que encarnaba la voluntad de los dioses. A pesar de sus concepciones erróneas acerca de Dios, el poder constituido era y es el establecido por Dios, y responsable ante Él, para la administración de justicia, habiendo recibido para ello el poder de lo Alto (cp. Jn. 19:11).

Con Israel en el desierto, Moisés, el Mediador del Pacto, es él solo encargado de administrar justicia, situación que se modifica por consejo de Jetro (Éx. 18:13-27), nombrando Moisés a jueces inferiores, que solucionaran en primera instancia los casos menores, reservándose para él los casos de gravedad. Josué heredó esta estructura de Moisés. Se llega con ello al tiempo del libro de los Jueces, cuando Israel cae una y otra vez en idolatría y en el juicio de Dios, haciendo cada uno «lo que bien le parecía» (Jue. 21:25). En este estado de cosas Dios suscitaba a jueces (ver JUEZ), como caudillos libertadores que, al volverse Israel a Dios, los acaudillaban y eran también los responsables de administrar justicia. Con Elí y Samuel vemos la administración de justicia en manos del sacerdocio. Descontento el pueblo con la acción de los hijos de Samuel (1 S. 8:1-5), la responsabilidad central pasa ahora a la Monarquía; bajo Josafat (2 Cr. 19:5-7) se establecieron jueces en todas las ciudades fortificadas de Judá. Al caer Judá, y al retornar los cautivos, la administración de justicia residía en la soberanía del imperio correspondiente. Bajo el imperio persa, Nehemías era gobernador señalado por el rey Artajerjes, juzgando al pueblo en base a la ley de Moisés, con autonomía, pero personalmente sometido a la autoridad del rey gentil.

En el NT, bajo el imperio romano, la nación judía pasó varias etapas. Cuando el juicio de Cristo, los judíos tenían autonomía para juzgar sus propios asuntos, excepto la imposición de la pena de muerte, que quedaba en manos del procurador romano (Jn. 18:31), aunque en ocasiones se diesen juicios sumarios que resultaban en linchamientos ilegales (Hch. 7:58).

En todo pleito y juicio se tenía que dar amplia oportunidad al acusado a que se defendiera (Dt. 1:16, 17) sin hacer distinción por rango o posición; no podía aceptarse acusación de un solo testigo, sino de dos o tres que concordaran por separado (Dt. 17:6; 19:15), siendo duramente castigados los testigos falsos (Dt. 19:18-21). En caso de sentencia de muerte, los testigos eran los primeros en dar acción al cumplimiento de la sentencia, generalmente por lapidación en Israel (ver CASTIGO), y siguiendo en ello el pueblo presente. Los pleitos o juicios tenían lugar en las puertas de las ciudades, lugar de mercado (Dt. 21:19; Am. 5:19). Lot tuvo la dignidad de juez en Sodoma (Gn. 19:1).

Con anticipación a la entrada de Israel en la tierra de Canaán, Moisés dio leyes y reglamentos para el establecimiento de una administración de justicia centralizada en «el lugar que Jehová tu Dios escoja» (Dt. 16:18-13; 19:15-21, etc.).

posted under | 0 Comments

ADMÁ

ADMÁ

= «roja».

Ciudad de Pentápolis, habitada por cananeos (Gn. 10:19); su rey Sinab tomó parte en la lucha contra Amrafel y sus aliados (Gn. 14:2, 8). Según Dt. 29:22 y Os. 11:8, Admá fue comprendida en la catástrofe de Sodoma.

posted under | 0 Comments

ADIVINACIÓN

ADIVINACIÓN

Condenada con pena de muerte en la Ley (Lv. 20:27, etc.). Las numerosas referencias en las Escrituras a las varias formas del ocultismo, como ahora se le denomina, y las fuertes denuncias en contra de que los israelitas tuvieran participación alguna en tal cosa, muestran que se trataba de una peligrosa realidad, por mucho que fuera el engaño que en ocasiones pudiera haberse incluido en ello. Leemos por primera vez acerca de la adivinación cuando Faraón convoca a todos los magos, «chartummim», de Egipto, y a los sabios, para que interpreten su sueño (Gn. 41:8). Habiendo fracasado todos sus intentos, fue llamado el varón de Dios que estaba en la cárcel para que interpretara el sueño, y ello resultó la ocasión de llevar a cabo los propósitos de Dios con respecto a José. Es indudable que la anterior clase de hombres eran eminentes por su acervo de conocimientos, como lo eran los que se hallaban en la corte de Babilonia, sobre los que Daniel fue hecho jefe (Dn. 4:7, 9).

Entre los magos de Egipto los había algunos, al menos, que podían ejercitar poderes más allá de los obtenidos por el conocimiento humano. Cuando Moisés estaba tratando de convencer a Faraón del poder de Dios mediante señales, los magos de Egipto pudieron convertir sus varas en serpientes, y simular las dos primeras plagas con sus encantamientos (Éx. 7:22; 8:7). Éstas fueron la transformación del agua en sangre, y la plaga de las ranas. Esto se hallaba más allá del poder meramente humano, y es evidente que los magos no obraban por el poder de Dios; tiene que haber sido entonces por el poder de Satanás. Se desconoce la naturaleza de los encantamientos utilizados; la palabra es «lat», y significa «artes secretas, mágicas». Satanás puede sugerir qué encantamientos emplear, si el hombre está dispuesto, y puede ejercitar sus poderes hasta allí donde Dios se lo permite. Después de estas dos plagas, el poder fue refrenado, y los magos tuvieron que admitir, cuando se formaron los piojos, «Dedo de Dios es éste».

En Dt. 18:10-11 se da una lista de cosas que tienen que ver con la adivinación que fueron denunciadas por el Señor:

(a) Adivinación, «qesen», «predicción».

Un notable pasaje en Ez. 21:21-22 da unos ejemplos de cómo adivinaban los paganos. El rey de Babilonia había llegado a una encrucijada; deseando saber si debía tomar el camino a Rabá o a Jerusalén, recurrió a la adivinación. Primeramente, «sacudió sus flechas». Es indudable que se inscribieron dos o más flechas con los nombres de las ciudades, agitándolas en el carcaj; la flecha tomada con la mano derecha decidiría cuál era el camino a tomar. Jerusalén cayó a la mano derecha. Es posible que el rey tuviera todavía dudas, por lo que se desconoce cómo se usaban éstas en adivinación; cp. Zac. 10:2. El rey buscó aún otra guía: «miró el hígado». Había ciertas normas por las que se decía que las entrañas de un sacrificio eran propicias para algo, o no. Que el rey utilizara tres maneras diferentes de adivinación demuestra que no tenía una gran confianza en ellas; es posible que hubiera sido engañado por ellas anteriormente. ¡Qué diferencia de una respuesta que Dios concediera a Israel!

Se mencionan otros medios de adivinación, como «adivinación por la copa» (Gn. 44:5, 15). Esto era practicado por los egipcios y persas, y se describe así: se echaban pequeños trozos de metal y piedrecitas, marcados con signos, a la copa, y se obtenían respuestas de ellas al caer. En ocasiones se llenaba la copa con agua, y al caer la luz del sol sobre el agua, se veían o imaginaban imágenes sobre la superficie. Otra referencia es: «Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde» (Os. 4:12). Los árabes usaban dos varas, sobre una de las cuales se escribía «Dios lo quiere», y sobre la otra «Dios lo prohíbe». Se agitaban juntas, y la primera en caer, o en ser sacada, era aceptada como la respuesta; o se lanzaba una vara, y la respuesta quedaba dada por la dirección en la que caía. Se verá aquí que se invocaba a un «ídolo de madera», y que lo que «el leño», o la vara, dijera, quedaba controlado por él. Así que en toda adivinación se usaban encantamientos, y se invocaba a los dioses

para que dieran las respuestas más favorables. Sabemos que detrás de todo ello se hallaban demonios que controlaban los resultados dados, para llevar a cabo los propósitos de Satanás.

En Hechos hallamos a una joven poseída por espíritu de adivinación, o de Pitón. Éste era un oráculo profético en Delfos, considerado como el centro focal de la adivinación pagana. Un espíritu maligno relacionado con aquel oráculo poseía a esta joven. Es notable el testimonio del espíritu maligno hacia los siervos del Dios Altísimo; puede haberse visto forzado a hablar así al verse ante el poder de Dios (como los demonios reconocían atemorizados a Cristo); sin embargo, el apóstol no podía tolerar recomendaciones procedentes de tal fuente: el espíritu fue echado por un poder superior. Aquí acabó su adivinación, y su dueño perdió la fuente de sus inicuos beneficios (Hch. 16:16-19).

(b) Agorero o, como otros lo traducen, «observador de los tiempos»: puede haber incluido ambas cosas. El término es anan, que también se traduce como encantador, hechicero. El observador de los tiempos determinaba los días propicios y no propicios, y nada debía hacerse sin consultar a los dioses. Tenemos un ejemplo de ello en Ester, cuando Amán echó suertes para hallar el día en que llevar a cabo sus planes contra los judíos (Est. 3:7). Es indudable que al echar la suerte invocaron a sus dioses para asegurar el éxito. Otros practicaban los augurios con el similar propósito de determinar la voluntad de su dios. La respuesta a sus preguntas podía venir de los truenos, relámpagos, de la forma de las nubes, o del vuelo o aparición de ciertas aves.

(c) Sortilegio, nachash, «un murmurador».

Esto parece referirse a los cánticos o a los encantamientos murmurados como un preliminar para obtener la respuesta de los espíritus que deseaban consultar. Ésta es una de las formas a las que recurrió Manasés (2 R. 21:6).

(d) Hechicero.

El término utilizado es «kashaph», y se refiere a la práctica de las artes mágicas, con el intento de dañar a hombres o animales, o de pervertir la mente; hechizar. Puede que no tuvieran poder para dañar a otros a no ser que aquella persona, por curiosidad o amistad, oyera voluntariamente los encantamientos utilizados. Manasés también practicó esta iniquidad (2 Cr. 33:6). Nínive es comparada a una ramera bien favorecida, maestra en hechizos (Nah. 3:4).

(e) Encantador.

Viene de chabar, «unir juntamente, fascinar».

Se asocia con otro término, lachash, «hablar de una manera suave y gentil», y se aplica después al encantamiento de las serpientes (Sal. 58:5). Similarmente el hombre es engañado y baja la guardia de su aversión a relacionarse con los espíritus malignos, hasta llegar a verse bajo su influencia.

En Is. 19:3, otro término, ittím, se traduce «evocador» con un sentido similar, como aquel que da un suave sonido en los encantamientos de los hechiceros.

(f) Adivino (o con espíritu de adivinación).

El término hebreo es ob, que significa «una botella de cuero», y se supone que implica que las personas aludidas estaban hinchadas con un espíritu. Aparece dieciséis veces, traducido en este sentido en todos ellos menos en Job 32:19. Como ejemplo del sentido de esta palabra está la mujer de Endor, consultada por Saúl. De ella se afirma que tenía «espíritu de adivinación». Saúl le pidió a la mujer: «Te ruego... me hagas subir a quien yo te dijere. » Tan pronto como su vida quedó garantizada por un juramento, le preguntó a quién iba a llamar. Es evidente que era su profesión llamar a los espíritus de los muertos, pero en esta ocasión reconoció la obra de un poder superior, pues al ver a Samuel quedó aterrorizada. Aquella mujer pensaba que su demonio familiar se personificaría como de costumbre; de ahí su terror cuando Dios permitió que el verdadero espíritu de Samuel apareciera, en este caso particular. Samuel le dijo a Saúl que al día siguiente él y sus hijos estarían con él. No se sabe si en el término anterior siempre está implicado el poder de llamar espíritus de muertos. Una cosa notable, en relación con los que tienen espíritu familiar, es que aparentemente se oye una voz «desde la tierra» (Is. 29:4).

(g) Mago de yiddeoni,«un sabio».

Lo único que se dice de ellos en las Escrituras es que «susurran hablando» (Is. 8:19). Es indudable que ello formaba parte de sus encantamientos, usados para aturdir a aquellos que iban a pedirles consejo, y quizás necesarios para hacer entrar en acción el espíritu que deseaban consultar. Puede que el consejo fuera bueno en ocasiones a fin de llevar más eficazmente a los engañados bajo la influencia de los malos espíritus. (Para Mt. 2:16, ver MAGO.)

(h) Consultador de muertos. De «darash methim», «consultar a los muertos».

Esto aparece solamente en Dt. 18:11, aunque se implica lo mismo en Is. 8:19. ¿Debieran ir los vivos a los muertos? ¿No debieran ir en pos de su Dios? Y en Sal. 106:28 leemos de algunos que «comieron los sacrificios de los muertos», lo que puede haber constituido un acto preliminar para consultarles. Lo anterior es la lista dada en Dt. 18:10, 11; hay otros que se mencionan en otros pasajes.

(i) Astrólogos «los contempladores de los cielos»

(Is. 47:13) con fines astrológicos. En Daniel, la palabra traducida «astrólogo» en todo el libro, ashshaph, es distinta, y no implica ninguna relación con los cielos, sino que se trata de «hechiceros» o «encantadores», como leemos con referencia a Babilonia en Is. 47:9, 12, donde se habla de una multitud de hechizos y de encantamientos. Juntamente con los astrólogos babilónicos del v. 13 se mencionan los que observan las estrellas, que pueden haberse dedicado a pronosticar acontecimientos en base a las posiciones alteradas de los planetas en relación con las estrellas. A esto se añaden los que cada mes [te] pronostican, que probablemente dedujeran sus pronósticos de la luna. También relacionado con Babilonia tenemos el término adivino, gezar, «dividir, determinar el hado o el destino» mediante cualquier forma pretendida de predecir acontecimientos.

En el NT, además del caso ya mencionado de la joven poseída por un espíritu pitónico, leemos de otros, como el de Simón, que usó de encantamientos, y fascinó por largo tiempo a la gente de Samaria (Hch. 8:9-11); Elimas, el mago, un judío que en Chipre procuraba oponerse a la obra de Dios (Hch. 13:6, 8). Éstos usaban artes mágicas, «magia» (Hch. 19:19), atrayendo tras de sí a las gentes. En Apocalipsis se usa otra palabra traducida hechicerías, farmacia, referida a drogas, «aturdir con drogas», y por extensión a cualquier sistema de hechicería mediante encantamientos (Ap. 9:21; 18:23; cp. 21:8; 22:15). La hechicería queda clasificada entre los pecados más graves, y se aplica también a la iglesia profesante en la Babilonia mística. Aparece en la lista de los frutos de la carne (Gá. 5:20).

Lo anterior ha sido tan sólo un breve repaso del sutil poder de Satanás en el mundo invisible, mediante el que engaña a la humanidad, por lo menos allí donde el hombre es su bien dispuesta víctima. Está claro que la adivinación y las artes ocultas no debieran ser confundidas con una mera prestidigitación. Por mucho que haya trucos y engaños asociados con ella, detrás se halla el poder real de Satanás. Algunos hechiceros convertidos en tiempos modernos en diversas partes del mundo han dado testimonio de que habían estado controlados por un poder superior al suyo propio; pero que éste cesó totalmente al creer y confesar a Cristo. Es importante ver que este poder es de Satanás, debido al gran aumento, en la actualidad, de los cultos satanistas y de las sectas ocultistas, y a la gran inclinación de la sociedad hacia la astrología, espiritismo, cosas a las cuales incluso los cristianos pueden verse arrastrados, y lo han sido, atraídos por la curiosidad. «Nadie os prive de vuestro premio..., entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal» (Col. 2:18).

posted under | 0 Comments

ADEREZO

ADEREZO

(Véase ADORNO.)

posted under | 0 Comments

ADAR

ADAR

(del babilonio «adaru» probablemente «oscuro», «nuboso»).

Último de los doce meses del calendario judío, aproximadamente febrero-marzo actuales, en que se efectuaba la fiesta del Purim (Est. 3:7; Esd. 6:15). Fue también nombre propio (Gn. 36:39) y parte del nombre de varios reyes de Siria.

posted under | 0 Comments

ADÁN

ADÁN

Nombre dado al primer hombre creado por Dios. La palabra hebrea aparece en el Antiguo Testamento más de 500 veces y casi siempre significa «hombre» o «ser humano» (Gn. 7:23; 9:5-6). Adán es el nombre común para indicar el primer progenitor del linaje humano. Muchos ven el origen de la etimología de esta palabra en el sumerio «Adan», o «mi Padre». Flavio Josefo dice que en la Antigüedad era común la opinión que hacía derivar el nombre de Adán de la palabra «rojo», aludiendo a la coloración de la piel y de acuerdo con la costumbre egipcia de poner en sus monumentos los hombres coloreados en rojo.

El primer hombre creado por Dios, Adán, estaba en íntima relación con la tierra, «Adamah» (Gn. 2:5; 3:19-23; 10:9; 34:15; Sal. 7:1). Adán fue un hombre dotado de una personalidad y de características propias (Gn. 4:1-25; 5:1-3 ss; 1 Cr. 1:1). Adán es padre de todos los hombres; Dios lo creó primero a él y luego a su mujer Eva, y ambos fueron los padres de toda la Humanidad: «Los creó macho y hembra» (Gn. 1:26-28). Los hijos de Adán y Eva nombrados en la Biblia son Caín, Abel y Set (Gn. 4:1, 2, 25), aunque engendró después otros anónimos. Al nacer Set, Adán tenía 130 años, y vivió hasta 930 años (Gn. 5:3-5). Adán fue el único entre los seres de la tierra creado a la imagen y semejanza de Dios, con razón, con imaginación creativa y con inteligencia superior que le capacitaba para conocer, amar y comunicarse, no tan sólo con los demás seres inferiores, sino también con Dios. Fue la mayor y la última de las obras de la Creación de Dios, y recibió dominio sobre todo lo que la tierra contenía.

Para que no estuviese solo, Dios le dio a Eva como compañera y ésta llegó a ser su mujer. Adán fue hecho hombre perfecto (completo en todas las dotes físicas, mentales y espirituales) y colocado en el jardín del Edén para someterlo a prueba, inocente y feliz, pero expuesto a la tentación y el pecado. Adán cayó por haber quebrantado el expreso mandamiento de Dios, por la tentación de Satanás y las instancias de Eva, y así incurrió en la maldición él mismo y toda su posteridad.

En el Nuevo Testamento el nombre de Adán aparece 9 veces. Ocho veces en relación al primer hombre (Lc. 3:38; Ro. 5:14; 1 Co. 15:22, 45; 1 Ti. 2:13, 14; Jud. 14). Y una en relación a Cristo (1 Co. 15:45). En distintas ocasiones se hacen alusiones a Adán, el primer hombre, pero como nombre propio no aparece (Mt. 19:2-8; Mr. 10:6-8; Ro. 5:8, 15-19).

De estas diferentes citas del Nuevo Testamento podemos concluir que Adán es único porque no tenía padre ni madre, es el primero entre los hombres, y fue hijo de Dios por creación (Lc. 3:38), no por descendencia de ninguna raza animal. Por esto tiene una relación especialísima con la raza humana. El Nuevo Testamento la compara con la de Cristo, que es el último Adán progenitor espiritual de todos los redimidos. Entre estas dos generaciones: la de Adán (el padre de todos los hombres) y Jesucristo (el nuevo Adán) se desarrolla toda la historia de la raza humana (1 Co. 15:45-49; Ro. 5:13-19). No hay nadie que haya vivido antes de Adán, porque es el primer hombre; y así, tampoco hay nadie que haya vivido antes de Cristo en la gracia, porque Cristo es el segundo Adán. Todos los hombres viven por y en Cristo cuando son nacidos a Él por la fe. Adán se convierte de este modo en un prototipo de Jesucristo, el que habría de redimir a todos los hombres.

Por Adán entraron la muerte y el pecado. La Epístola a los Romanos nos dice explícitamente que por la transgresión de Adán el pecado entró en el mundo (Ro. 5). En Adán todos los hombres pecaron y murieron. A través de la transgresión de un hombre (Adán), todos fueron hechos pecadores (Ro. 5:18). A través de su traspaso de la ley y de su condenación, todos los hombres llegaron a ser pecadores y mortales; a través de la obra de Cristo, todos los hombres que siguen a Cristo son rescatados y liberados del pecado y de la muerte.

El Nuevo Testamento confirma así la historicidad de los relatos de los primeros capítulos de Génesis que se relacionan con Adán. En 1 Co. 15:45-47 tenemos una alusión clarísima a Génesis, (Gn. 2:7), y en la primera Epístola a Timoteo, (1 Ti. 2:13), tenemos otra referencia a Génesis, (Gn. 2:20-23). Son muchos los pasajes que en el Nuevo Testamento presentan alusiones clarísimas (algunas veces implícitas, pero muchas veces explícitas) de los hechos sucedidos antes de que se escribiese la Biblia y que ésta nos relata en sus primeros capítulos. El Nuevo Testamento no pone en duda la historicidad de Adán, nos garantiza la historicidad de aquellos relatos antiquísimos sobre el origen de la Humanidad, sobre la entrada del pecado en el mundo, sobre la vida que el Señor tenía preparada para los hombres que fueran obedientes, y sobre la nueva vida que nos promete a través del nuevo Adán si nosotros seguimos a Jesucristo.

posted under | 0 Comments

ADAM

ADAM

Ciudad a unos dos kilómetros al oriente del Jordán, cerca de la desembocadura del Jaboc en el mar de Tiberias, al principio del Jordán, donde las aguas de este río comenzaron a acumularse para abrir un paso seco a los judíos, que, al elevarse el valle entero del Jordán, desde este lugar, pudieron atravesar el río en el sur. A esta ciudad parece referirse 1 R. 7:46 y 2 Cr. 4:17 (léase «bema'abar 'adama»: junto al vado de Adam), así como Jos. 3:16 (léase «me'adam ha'ir»: lejos de la ciudad de Adam); hoy tell ed-damiye.

posted under | 0 Comments

ADA

ADA

Tiene un significado incierto, variando las opiniones entre «placer», «compostura» o «belleza».

(a) Una de las dos esposas de Lamec, madre de Jabal y Jubal (Gn. 4:19, 20, 23).

(b) Una de las esposas de Esaú, hija de Elón heteo. Fue madre de Elifaz (Gn. 36:2-4, 10). Elifaz fue padre de siete de los jefes de Edom (Gn. 36:2, 4, 15, 16). (Ver BASEMAT.)

posted under | 0 Comments

ACZIB

ACZIB

«un torrente de invierno», o «engaño».

(a) Ciudad de Judá (Jos. 15:44; Mi. 1:14), probablemente la misma que recibe también el nombre de Quezib (Gn. 38:5) y Cozeba (1 Cr. 4:22). Identificada con «Ain Kezbeh», 31º 42' N, 35º E.

(b) Ciudad en la tribu de Aser, pero de la que no se pudo expulsar a sus habitantes (Jos. 19:29; Jue. 1:31). Identificada con «ez-Zib», en la costa del Mediterráneo, 33º 3' N, 35º 6' E, a unos 17 Km. al norte de Acre.

posted under | 0 Comments

ACSAF

ACSAF

Ciudad en la frontera de la tribu de Aser. Es nombrada entre Betén y Alamelec (Jos. 19:25). Su rey estuvo entre los treinta y un reyes muertos a manos de los hijos de Israel, al haberse levantado en contra de la división de la tierra (Jos. 11:1; 12:20). Ha sido identificada con «Kefr Yasif», 32º 57' N, 35º 10' E.

posted under | 0 Comments

ACSÁ

ACSÁ

(en versión Valera antigua, «Axá»).

Hija de Caleb, otorgada como esposa a Otoniel, porque éste conquistó Quiriat-séfer (Debir) (Jos. 15:16-19; Jue. 1:12-15; 1 Cr. 2:49).

posted under | 0 Comments

ACRABIM

ACRABIM

= «los escorpiones».

Puerto de montaña al sur del mar Muerto, que constituía el límite meridional de Palestina, y que era también «la frontera del amorreo» (Nm. 34:4; Jue. 1:36; Jos. 15:3). Se menciona también en la literatura apócrifa, bajo el nombre de Acrabatane, como campo de batalla entre Judas Macabeo y los edomitas (1 Mac. 5:3).

posted under | 0 Comments

ACOR (Valle)

ACOR (Valle)

Acor significa «angustia», y es el lugar donde fue apedreado Acán, con todos los suyos, por haber atraído la maldición sobre Israel, al haber tomado del anatema de Jericó para sí (Jos. 7). El valle se hallaba entre Jericó y Ai, en los límites de la tribu de Judá. Identificado con Wadi Kelt, 31º 50' N, 35º 24' E. Será una puerta de esperanza para Israel (Os. 2:15) en el futuro, cuando, en confesión y arrepentimiento, quitando de entre ellos su pecado, recuerden que fue allí donde empezó a caer sobre ellos el juicio de Dios, seguido de bendición: así será como la tribulación de los últimos días terminará en bendición (65:10). (Ver ACÁN.)

posted under | 0 Comments

ACO

ACO

Véase TOLEMAIDA

posted under | 0 Comments

ACMETA

ACMETA

Ciudad que los griegos y romanos llamaban Ecbátana y que los judíos designaban con el nombre arameo de Acmeta. Desde los años 700 antes de Cristo fue capital de Media, así como residencia de los monarcas persas cuando cayó en poder de éstos en el año 550. Se la menciona en el libro de Esdras (Esd. 6:2) y en diversos libros de la literatura apócrifa.

posted under | 0 Comments

ÁCIMOS

ÁCIMOS

(griego, «azumos», denotando sin levadura, y en hebreo «matz-tzah'»).

Eran unas tortas planas de pan, carentes de levadura; se mencionan por vez primera en la visita de los tres varones a Abraham (Gn. 19:3). En la institución de la Pascua y de la fiesta que seguía de siete días, se prohibe totalmente la presencia de levadura en las casas (Éx. 12:8, 15-21). Estaban ordenadas en todas las ofrendas en las que entraba el pan (Lv. 2:11-12), tipificando la ausencia de toda corrupción en el sacrificio, figura del de Cristo, a excepción de la ofrenda de paces ordenada en Lv. 7:13, de acción de gracias, donde se acepta la persona imperfecta del adorador.

A todo lo largo de las Escrituras, la levadura simboliza iniquidad; es por esto que, siguiendo el tipo de la fiesta de los ácimos, somos exhortados a celebrar la fiesta no con levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad (1 Co. 5:8). (Ver LEVADURA, PASCUA, PAN, PAN DE LA PROPOSICIÓN)

posted under | 0 Comments

ACERO

ACERO

Este término debe traducirse, en el Antiguo Testamento, «metal» o «bronce» (1 S. 17:5; Jb. 20:24; Sal. 18:34, etc.).

posted under | 0 Comments

ACCIÓN DE GRACIAS

ACCIÓN DE GRACIAS

La expresión de gratitud a Dios por Sus beneficios dados; en el AT se ofrecían sacrificios en acción de gracias (Lv. 7:12, 13; 22:29, etc.). En la ofrenda de acción de gracias, que era un sacrificio de paz, no se contemplaba la cuestión del pecado; el adorador daba gracias a Dios por Sus bendiciones otorgadas; no era para alcanzar la paz, sino que, en paz con Dios, le ofrecía sacrificio en gozo y gratitud. (Ver SACRIFICIO.) En el NT se acentúa el llamado a la acción de gracias en todo (Ef. 5:4, 20; cp. Ro. 8:28); las mismas peticiones deben ser hechas con acciones de gracias (Fil. 4:6), conscientes de «cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta» (Ro. 12:2), y aceptando la acción de Dios de enseñamos a vivir mirando más allá de las circunstancias, reposando en Él (Fil. 4:12). La acción de gracias tiene como base el conocimiento de la aceptación por parte de Dios de quien a Él se allega por medio de Jesucristo, mediante Su obra consumada en la cruz; y por la multiforme gracia de Dios que

fluye libremente en base a esta reconciliación efectuada por el Señor Jesucristo.

posted under | 0 Comments

ACAZ

ACAZ

= «sostenido».

Hijo de Jotam, que reinó dieciséis años, desde el año 734 a.C. (2 R. 16:1). Se distinguió por su idolatría y desprecio del verdadero Dios, y contra él se dirigen muchas profecías de Isaías (véanse 2 R. 7, 8, 9). Quemó a sus propios hijos consagrándolos a los ídolos. Levantó un altar en el templo de Jerusalén según el modelo sirio, y aun lo cerró enteramente, por lo cual perdió el favor de Jehová y sufrió varias derrotas en la guerra con Peka y Rezín.

Peka, rey de Israel, le tomó varios cautivos que fueron liberados por intervención del profeta Obed (2 Cr. 28:5-15), y sufrió otros reveses a manos de los edomitas y los filisteos (2 Cr. 28:16-20). Desoyendo los consejos de Isaías, solicitó auxilio de Tiglat-pileser, rey de Asiria, lo que éste lo aprovechó para hacerle tributario suyo.

Su nombre aparece en una inscripción de Tiglat-pileser como uno de sus vasallos, y ello es una prueba de la historicidad del relato bíblico, en contra de los racionalistas de hace un par de siglos, que lo negaban.

Fue tan aborrecido por sus propios súbditos que le negaron sepultura entre los reyes de Israel.

posted under | 0 Comments

ACAYA

ACAYA

Originalmente, un estado griego al norte del Peloponeso (la actual Morea); incluía a Corinto y su istmo; en los tiempos del NT, Grecia entera estaba dividida entre Macedonia y Acaya, bajo la administración romana; Acaya era una provincia senatorial; sin embargo, en los poetas, Acaya designaba frecuentemente a la totalidad de Grecia. Tiberio unió a los dos distritos en una provincia imperial bajo procuradores; pero Claudio devolvió Acaya al Senado bajo un procónsul. Así, Lucas estaba en lo cierto al mencionar a Galión como procónsul de Acaya (Hch. 18:12). El NT emplea esta designación en el sentido de la administración romana. Epeneto fue el primer converso de Acaya (Ro. 16:5); Estéfanas, entre los primeros (1 Co. 16:15). (Ver también Hch. 18:27; 19:21; Ro. 15:26; 2 Co. 1:1; 9:2; 11:10; 1 Ts. 1:7, 8.)

posted under | 0 Comments

ACÁN

ACÁN

«perturbador».

Hijo de Carmi, de la tribu de Judá, que desobedeció el mandato divino tomando una parte de los despojos de Jericó (Jos. 6:18-19; 7:1-26; 1 Cr. 2:7), por cuyo motivo el pueblo de Israel, hasta entonces victorioso en la conquista de Canaán, sufrió una derrota ante la ciudad de Hai. Descubierto por la suerte guiada por la providencia, Dios ordenó que el culpable fuese castigado y, junto con toda su familia, fue apedreado (Jos. 22:20; 1 Cr. 2:7).

posted under | 0 Comments

ACAICO

ACAICO

= «perteneciente a Acaya».

Un creyente que, con Estéfanas y Fortunato, visitó a Pablo en Éfeso. Ellos confortaron a Pablo en espíritu (1 Co. 16:17). La nota al final de la epístola afirma que fue enviada a Corinto por mano de los tres ya mencionados, acompañados por Timoteo.

posted under | 0 Comments

ACAD

ACAD

Una de las cuatro ciudades babilónicas sobre las que reinó Nimrod (Gn. 10:10), situada en la tierra de Sinar, y que dio su nombre a la región adyacente. Probablemente la misma llamada en lengua sumeria Agadé.

posted under | 0 Comments

ACACIA

ACACIA

(en hebreo «shittah»).

Son varios los tipos que crecen en Egipto y Palestina, siendo la más común la «Acacia seyal». Su madera fue extensamente usada en la construcción del tabernáculo, y también el arca, la mesa de los panes de la proposición, y los altares estaban hechos con ella (Éx. 25-38; Dt. 10:3). La madera de este árbol era y es muy apreciada por su ligereza, dureza, y admisión de un pulimentado extremo. Es mencionada por Herodoto; Josefo también menciona su resistencia y durabilidad; es virtualmente incorruptible. Livingstone pensaba que para el tabernáculo se usó la «Acacia giraffa», que él denominaba «madera indestructible». Se ha considerado la «Acacia nilótica», una especie de acacia silvestre, como la zarza que Moisés vio ardiendo y sin consumirse (Heb. «seneh»). Ciertas variedades de acacia producen goma arábiga. Se menciona también en Is. 41:19.

posted under | 0 Comments

ACAB

ACAB

Hebreo, «hermano del padre».

(a) Séptimo rey de Israel, que sucedió a su padre Omri en el año 918 a.C. y reinó veintidós años. Casó con Jezabel, hija de Ed-Baal, rey de Tiro, mujer ambiciosa e idólatra, por cuya influencia fue introducido en Israel el culto de Baal y Astoret. Acab erigió en Samaria un templo a Baal, persiguió a los profetas de Dios, y se dice en la Biblia que hizo más para provocar al Señor a ira que todos los reyes anteriores a él. A causa de esta apostasía Dios castigó a Israel con tres años de sequía y hambre, hasta que el profeta Elías desafió y eliminó a los profetas de Baal en el monte Carmelo (1 R. 18:20-40). Otro crimen repugnante de Acab, por consejo de su esposa, fue el asesinato legalizado por engaño de su vecino Nabot, para apoderarse de su propiedad.

Hombre voluble, combatió primero contra Benadad, rey de Siria, al que venció dos veces, y como éste se humillara, Acab hizo alianza con él. Una inscripción monolítica de Salmanasar III, rey de Asiria, demuestra que, haciendo honor a esta alianza, peleó contra los asirios en la batalla de Karcar en el año 853 a.C. Finalmente, Acab, aprovechándose de una visita de Josafat, rey de Judá, le propuso una expedición común para recobrar Ramot de Galaad al otro lado del Jordán. Los profetas de Baal le animaron a la empresa, pero Miqueas (el único profeta de Jehová) predijo la muerte de Acab. Éste se disfrazó para evitar el cumplimiento de la trágica profecía, procurando no llamar la atención; pero un individuo del ejército enemigo, tirando al azar, hirió mortalmente al impío rey Acab y, según había profetizado Elías años antes, su sangre fue lavada sobre su carro en el estanque de Samaria, y los perros la lamieron después de un reinado de veintidós años. Fue sucedido por Ococías, su hijo.

(b) Profeta mentiroso e inmoral, de quien predijo Jeremías que Nabucodonosor, rey de Babilonia, le haría quemar vivo (Jer. 29:21-23).

posted under | 0 Comments

ABUBILLA

ABUBILLA

Ave del tamaño de un tordo, pico largo, delgado y algo curvo, con airosa cresta doble, de costumbres sucias y voz estridente, declarada inmunda por Moisés (Lv. 11:19; Dt. 14:18).

posted under | 0 Comments

ABSALÓN

ABSALÓN

= «padre de la paz».

Tercer hijo de David. Fue notable por su hermosura y por la abundancia de su cabello (2 S. 1:25, 26).

Amnón, otro hijo de David, se enamoró de su hermanastra Tamar, hermana de Absalón por parte de su padre y de su madre Maaca, hija de Talmai (2 S. 3:3), y éste, en venganza, lo mató (2 S. 13:1-29). Luego huyó a Gesur, donde su abuelo por parte de madre era rey (2 S. 13:37-39).

Después de tres años de destierro Absalón regresó a Jerusalén por la intercesión de Joab, pero no fue recibido por su padre David sino hasta dos años después (2 S. 14:28), cuando se reconcilió con éste.

Al no existir por entonces en Israel leyes fijas sobre la sucesión, Absalón quería ser el heredero al trono a toda costa. Absalón hacía todo cuanto le era posible para que conociese el pueblo sus derechos de primogénito después de la muerte de Amnón. Ganaba partido no solamente entre los poderosos y ricos, sino especialmente entre los pobres, por su carácter sencillo y su fama de hombre amigo de la justicia. Absalón sabía, como lo sabían todos en Israel, que Salomón sería el sucesor de David en el trono y tramó varias veces contra la vida de David, se hizo proclamar rey en Jerusalén en ausencia de David, y finalmente, habiendo querido darle batalla de una manera traidora al otro lado del Jordán, mientras huía, su cabellera se enredó en un árbol y fue muerto por Joab, uno de los hombres de David (2 S. 18:17, 18; Jos. 7:26), y enterrado con deshonra. Su padre sintió tanto su muerte que entró silencioso en Jerusalén como si hubiese perdido la batalla. En Jerusalén existe una «tumba de Absalón» construida en los tiempos de Herodes.

posted under | 0 Comments

ABROJOS

Véase CARDOS Y ESPINAS.

posted under | 0 Comments

ABRAHAM

ABRAHAM

(ABRAM) = «Padre de elevación».

Su nombre fue alterado por Dios, que lo llamó ABRAHAM. No se conoce una explicación etimológica del cambio de Abram a Abraham. El texto comenta así este cambio: «porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes». En este nombre (Abraham) se asegura la bendición de los gentiles.

La familia de Abraham moraba en Ur de los caldeos, y eran todos idólatras (Jos. 24:2). Con el paso del tiempo, las naciones, descendientes de Noé, habían dado la espalda al conocimiento de Dios, y Dios, en consecuencia, los había entregado a una mente reprobada; en el desarrollo del sistema pagano, se pervirtieron y oscurecieron muchas verdades originalmente transmitidas por la línea de los antiguos patriarcas, y se pervirtieron todas las relaciones naturales que Dios había creado (Ro. 1:18-32).

De este estado de cosas, Dios llamó soberanamente a Abram a que dejara no solamente la nación idolátrica a la que pertenecían sus antepasados, sino también a su familia y a la casa de su padre. Debía dirigirse a una tierra que Dios le mostraría. Por su respuesta de fe, vino a ser el padre de los creyentes, y el amigo de Dios.

1. Su vida.

Contaba con 75 años de edad cuando recibió la palabra de dirigirse a Canaán (Gn. 12:4), y la promesa de que los que le bendijeren serían bendecidos, y malditos los que le maldijeren; y que en él serían benditas todas las familias de la tierra (Gn. 12:3). En Ur de los Caldeos se había casado con Sarai. Fue después de la muerte de su hermano Harán que Abram partió de Ur con su esposa; partió para Harán; obedeció sólo parcialmente al principio, por cuanto salió con su padre y su sobrino Lot, y permaneció varios años en Harán, hasta la muerte de su padre. A partir de entonces, parece que Abram empieza a obedecer. Dios le repite la orden en Harán. Pero otra vez su obediencia no fue total, pues se llevó consigo a Lot. No será hasta la separación de Lot que empezarán a cumplirse las promesas dadas a Abram (Gn. 13:14).

Se desconoce si Abram fue el primogénito de Terá, aunque es citado el primero en la lista entre sus hermanos (Gn. 11:26-27). Es posible que este primer lugar le haya sido dado por su llamamiento, como padre del pueblo escogido.

De Harán a Canaán había la ruta de Damasco, que muy posiblemente tomara Abram al dirigirse al sur. Tenía 75 años al salir de Harán, y habitó 10 años en Canaán antes de tomar a Agar como concubina (Gn. 16:3); cuando Agar tuvo a Ismael, Abram tenía 86 años (Gn. 16:16). En consecuencia, el viaje de Harán a Canaán duró menos de un año.

Durante los primeros diez años de sus peregrinaciones en Canaán, Abram plantó sus tiendas en Siquem, donde Dios le prometió aquella tierra para su descendencia. Allí edificó un altar a Jehová. Pasó después a Bet-el, donde erigió otro altar, invocando el nombre de Jehová (Gn. 12:6-8). Se desató un hambre, y Abraham descendió a Egipto, donde, temiendo por su vida, y faltándole la fe entonces, dijo que Sarai era su hermana; por su belleza, fue llevada a la casa del Faraón, pero Dios la protegió, y Abraham y Sarai fueron expulsados de Egipto después de una reprensión (Gn. 12:10-20). Volvió a Canaán, y plantó de nuevo sus reales en Bet-el, ante el altar que había erigido antes (Gn. 13:3). Visto el gran incremento de sus riquezas en ganado, surgieron riñas entre sus pastores y los de Lot, por lo que decidieron separarse. Abraham cedió a Lot el derecho de elegir a dónde dirigirse (Gn. 13:9), y éste eligió el valle del Jordán (Gn. 13:11). Abram entonces puso sus reales en el encinar de Mamre, en Hebrón (Gn. 13 :18), declarando Jehová que le daría toda la tierra que podía ver, a él y a su innumerable descendencia (Gn. 13:14-17).

Abram moró en Mamre al menos 15 años, quizá 23 o 24. Había entrado en alianza con unos príncipes amorreos (Gn. 14:13). Junto con ellos, Abram emprendió una expedición guerrera contra Quedorlaomer y otros reyes coligados con él; éstos habían invadido Sodoma y Gomorra, y las habían saqueado, y se habían llevado cautivos a sus habitantes, incluyendo a Lot. Después de su victoria sobre estos reyes y la liberación de Lot y de todos los demás, Abram rehusó tomar ni un hilo del despojo que le ofrecía el rey de Sodoma; no quería enriquecerse de tal procedencia (Gn. 14:23); pero recibió la bendición de Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió con pan y vino a recibirle: a él le dio Abram diezmos de todo. Dios se le reveló ahora como su escudo y gran galardón.

Lamentándose Abram de su falta de descendencia, Dios le confirma la promesa (Gn. 15:5). "Y [Abram] creyó a Jehová, y le fue contado por justicia". Ésta es la primera mención de la fe. A su pregunta de cómo iba a saber él que iba a poseer la tierra, Dios dispuso con él un pacto con sacrificio, como era la costumbre en Oriente (Gn. 15:9-10). Sin embargo, este pacto no fue confirmado por las dos partes, sino únicamente por Dios (Gn. 15:17-21) al ser solamente Dios, bajo la apariencia de una antorcha de fuego, quien pasó entre los animales divididos, habiendo quedado Abram sobrenaturalmente postrado. Así, Dios se ligó incondicional y unilateralmente a Abram por este pacto.

También se le dijo a Abram que su descendencia moraría en tierra ajena, donde sería afligida durante 400 años.

Por sugerencia de Sarai, toma a su criada Agar, cohabitando con ella, y teniendo de ella un hijo, Ismael. Esto según las costumbres de la tierra (véase Gn. 16:2; cp. Gn. 30:3). Sin embargo, 13 años después la promesa se verificaría. Los esfuerzos del hombre, tratando de cumplir por si mismo la promesa, no cambian en absoluto el plan de Dios. Tenemos aquí una figura de la ley, esto es, el intento del hombre de conseguir la bendición mediante sus propios esfuerzos.

Dios se reveló luego a Abraham, ya de 99 años de edad, como «el Dios Todopoderoso», nombre que indica que los recursos se hallan en el mismo Dios. Entonces cambió su nombre de Abram por el de Abraham, debido a que iba a ser el padre de muchedumbre de gentes, o naciones. Jehová, renovando su pacto con Abraham, le prescribió el signo de la circuncisión (que es una figura de la no confianza en la carne), y que puso en práctica en el acto. También cambió Jehová el nombre de Sarai por el de Sara, porque iba a ser una princesa, e iba a tener un hijo (Gn. 17).

Abraham acogió a tres visitantes. Dirigiéndose dos de ellos a Sodoma, el tercero (Jehová) dijo: «¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?» Según Jn. 15:14, 15, aquí tenemos la clave de que Abraham sea llamado «el amigo de Dios» (2 Cr. 20:7; Is. 41:8; Stg. 2:23). Dios le reveló Sus propósitos, y Abraham se vio con libertad para interceder por los justos en Sodoma, si los hubiera, en un número que va reduciendo hasta 10, pero como no los hay, Sodoma es destruida, y sólo Lot y sus hijas escapan al ser sacados de la ciudad por los ángeles (Gn. 18,19).

Al cabo de unos 15 años, durante la infancia de Isaac, en Gerar, nuevamente Abraham hace pasar a Sara por hermana suya. Por intervención de Dios se evita que la inclusión de Sara en el harén del rey de Gerar lleve al pecado, y Abraham es de nuevo reprendido, esta vez por Abimelec (Gn. 20:2).

Nace Isaac (Gn. 21:2), y surge un conflicto entre el que era tipo de la carne (Ismael) y el que era tipo del hombre espiritual (Isaac). Ismael es descubierto incomodando a Isaac, y Agar e Ismael son expulsados (Gn. 21:9-21; cp. Gá. 4:22-31). Después de varios incidentes con los hombres de Abimelec acerca de pozos abiertos por Abraham, hacen un pacto, y Abraham llama a su pozo Beerseba (Gn. 21:31), «pozo del juramento».

Habiendo ya crecido Isaac (el historiador judío Flavio Josefo le supone una edad de 25 años), Dios prueba la fe de Abraham; le ordena que se lo ofrezca en holocausto. Abraham obedece, y si no hubiera intervenido la mano de Dios, hubiera dado muerte a su hijo, creyendo «que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos» (He. 11:19). Después de la muerte y resurrección en figura de Isaac, se confirma a Abraham la promesa incondicional de que en su simiente (que es Cristo) serán benditas todas las naciones de la tierra (Gn. 22:18; Gá. 3:14-18). Si alguno es de Cristo, simiente de Abraham es, y heredero, conforme a la promesa. Y esta promesa es firme a toda la simiente, no solamente a la que es de la ley, sino a la que es de la fe de Abraham, que es padre de todos nosotros los que creemos. (Ro. 4:16.)

20 años después, Sara muere a la edad de 127 años. Abraham era tan totalmente un peregrino, que tiene que comprar un terreno de los hijos de Het para tener un sepulcro en la tierra (Gn. 23). Se tomó gran cuidado en que Isaac no contrajera matrimonio con las hijas de los cananeos, enviando a su siervo (posiblemente Eliezer) a su propia familia para conseguir una esposa para Isaac, convencido de que Dios enviaría a Su ángel, y daría éxito a la misión, que resultó en que Rebeca vino a ser la esposa de Isaac (Gn. 24). Abraham pasó alrededor de 38 años en el Negev, después de la muerte de Sara, y se informa que tuvo otra esposa, Cetura, y varias concubinas, de las que tuvo hijos; a ellos les dio dones, y los envió al Oriente, para que Isaac pudiera morar pacíficamente en la tierra prometida (Gn. 25). Murió a la edad de 175 años, y fue enterrado con Sara, en la cueva de Macpela.

2. Su fe.

La religión en la baja Mesopotamia, en el período histórico, es muy compleja y desarrollada, apartándose de religiones tan degeneradas como el fetichismo, animismo, totemismo. En el panteón de los dioses de Mesopotamia se hallan los dioses del mundo, las divinidades astrales, los dioses de la naturaleza, y los dioses nacionales. El culto usaba templos, zigurats y un cuerpo sacerdotal, e incluía magia, astrología y adivinación. Toda esta religión está centrada en una mitología poética.

Sin embargo, la religión de Abraham es totalmente diferente. Abraham creía en un Dios todopoderoso (Gn. 17:1), eterno (Gn. 21:33) y Altísimo (Gn. 14:22); Señor y Creador de los cielos y de la tierra, dueño real y legítimo de toda la creación (Gn. 24:3), Juez justo, administrador del mundo (Gn. 18:25). Abraham creyó a Jehová, al Dios único que le había llamado (Gn. 15:6; cp. Ro. 4:3; Gá. 3:6); y lleno de fe en El, obedeció, adoró y mantuvo la honra a su Dios.

Para fortalecer la fe de Abraham, Dios empleó dos medios:

a) Se le reveló de manera personal a fin de que, mediante tal revelación, Abraham aprendiera a conocerle (Gn. 12:1-3; 13:14-18; 15; 17:1-21).

b) Puso en acción la fe de Abraham, poniéndole en circunstancias en las que iba a tener que ejercitarla. Como ejemplo de ello, podemos ver la rotura de sus vínculos nacionales y familiares; las épocas de hambre y de riqueza; de lucha y de poder; la ansiosa espera del heredero, y la prueba suprema de la fe, por la que Abraham fue llamado a sacrificar a Isaac, el heredero de las promesas, su hijo tan amado.

3. El pacto.

Toda la vida de Abraham se centra en el pacto que Dios celebró con él; y es de tal importancia que supera al pacto en Sinaí (Gá. 3:15-18). El pacto en Sinaí tenía que ver con Israel; la promesa a Abraham con «todas las familias de la tierra», incluyendo también, ciertamente, la promesa de la tierra a su descendencia física a través de la línea de la promesa a perpetuidad, por cuanto Israel iba a ser instrumento de salvación (cp. Gn. 12:3; Is. 49:7). Suspendida ahora en cuanto a Israel por la desobediencia de la nación, verá su cumplimiento final cuando en la restauración de todas las cosas, en los tiempos mesiánicos, Israel, convertida a Cristo, será reinjertada, siguiendo el símil del apóstol Pablo, a las prerrogativas del pacto (Ro. 11).

4. Tipología.

La historia de Abraham en Génesis se divide en tres secciones:

a, caps. 12-14, su vida y testimonio público, como llamado por Dios;

b, caps. 15-21, su andar privado y doméstico con Dios, ilustrando el crecimiento del alma;

c, en los caps. 22 a 25 tenemos en tipo una secuencia profética de acontecimientos: el sacrificio de Cristo (cap. 22); la puesta a un lado de Israel por un tiempo (cap. 23); el llamamiento de la novia (cap. 24), y el final establecimiento de las naciones en bendición al final de los tiempos (cap. 25).



5. Conclusión.

Abraham fue padre de Ismael, Madián y de muchos otros grupos orientales. No es de asombrarse que grandes multitudes lo aclamen como padre en aquel inmenso territorio del mundo, y que haya numerosas tradiciones con respecto a él. Su vida es para el cristiano digna de la más profunda atención, en vista de las maneras en que Dios se le reveló, en vista también de la formación de su carácter bajo las circunstancias en que Dios lo probó. También es digno de mucha atención como tipo de la vida del cristiano como peregrino y extranjero en esta tierra, buscando, como Abraham antaño, «la ciudad que tiene fundamentos, cuyo artífice y constructor es Dios» (He. 11:9-10).

6. Su historicidad.

Los críticos destructivos han atacado la historicidad de la vida de Abraham con la peregrina razón de que no se hallan textos extrabíblicos de aquella época que apoyen la credibilidad de los escritos bíblicos. Sin embargo, el procedimiento correcto ya para los escritos meramente históricos, es su concordancia interna con el contexto histórico, arqueológico y documental de la época. Albright, una de las máximas autoridades en arqueología del Antiguo Testamento, ya en el año 1926, demostró que la evidencia arqueológica concuerda con la pauta de vida afincada en ciudades y aldeas en los montes de Palestina en el período exigido por la Biblia para la época de los patriarcas, alrededor de 2.000-1.800 a.C. En todo caso, el centro de Canaán estaba punteado por ciudades, y toda la evidencia arqueológica sirve de espléndido marco para la narración bíblica, cosa bien difícil si todo ello hubiera sido invento de un redactor en el período del exilio o postexílico, como pretenden los críticos. Además, los recientes descubrimientos de Ebla (Telí Mardikh), investigada por Paolo Matthiae y Giovanni Pettinato, dan adicional e importante evidencia no sólo de las condiciones históricas, sociales, lingüísticas y culturales de la época patriarcal, sino que se ha conseguido evidencia escrita, anterior a Abraham, de la existencia de las cinco ciudades de la llanura: Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Bela (cp. Gn. 14:2), tenidas por los críticos durante muchos años como creaciones legendarias o semilegendarias de algún escriba del periodo babilónico. Además, también se ha conseguido evidencia del uso del nombre de Canaán para la tierra de Palestina; los críticos no creían que hubiera sido aplicado en fecha tan temprana. No hay razón alguna para rechazar la historicidad de los tempranos capítulos de la Biblia; no hay evidencia alguna en contra de ellos, aunque sí muchos ataques gratuitos, y toda la evidencia concuerda armónicamente con los registros bíblicos.

posted under | 0 Comments
Entradas más recientes Entradas antiguas Inicio

Radio Fuente, Tu Radio De Fraternidad


Recent Comments